Una cocina, aunque sobria, no exenta de originalidad que se traduce en multitud de peculiares y típicas recetas. Muchos de los platos que conforman su amplio repertorio tienen su elemento diferenciador en la condimentación que se les aplica.
La gastronomía cuenta con cuatro bazas fundamentales:
El famosísimo queso manchego, que es el elemento unificador y definitivo de nuestra región, realizado con leche de oveja siguiendo técnicas artesanales con un riguroso control que avala y acredita su autenticidad y calidad; el aprovechamiento de productos naturales: verduras, legumbres, frutas y hortalizas; la abundante y buena caza (mayor y menor) de sus numerosísimos cotos y, por último, unos maravillosos vinos: tintos, blancos, claretes, rosados, ligeros, fuertes, espesos... según el gusto de quien los beba y la comida que acompañen.
La oferta gastronómica de Albacete
La provincia de Albacete recoge la mejor tradición de La Mancha.
Su gran especialidad son los conocidísimos gazpachos o galianos -cocinados con sus particulares tortas, carne de caza como perdiz, conejo de monte y liebre, jamón, setas, laurel, tomillo-.
No menos conocidos son el atascaburras, plato para comer despacio y reposar después; la perdiz, escabechada o con alubias; la olla de pastor, podrida o de aldea; el pisto manchego y la gran variedad de setas.
El queso frito, para el final, así como la miel con nueces, las hojuelas, las delicias de Almansa y los Miguelitos de La Roda.
La gastronomía típica de Ciudad Real
Ciudad Real no es menos suculento en cuanto a su gastronomía típica, la cual nos ofrece su genial caldereta de cordero pascual, las chuletitas y el cuchifrito; las gachas de harina de almortas y las migas con torreznos, que son platos de invierno.
En cuanto a las comidas más frescas, Ciudad Real nos deleita el paladar con el pisto, las berenjenas de Almagro, el asadillo y otros tantos platos.
La cocina de la provincia de Cuenca El plato típico por excelencia es el morteruelo -hígado de cerdo rallado, liebre, perdiz, gallina, jamón, manteca de cerdo, nueces y especias- y los zarajos -trenzado de tripas de cordero, asado al horno y conservado colgado al humo como los chorizos-, sin olvidar el cordero al horno y en caldereta, las truchas, los cangrejos de río y el gazpacho manchego con una base de torta de pastor.
El alajú es un postre con reminiscencias árabes, compuesto por una base de almendras, nueces, piñones, pan rallado y tostado, aderezado con especias finas y miel bien cocida.
El resolí, -licor de café- es la bebida digestiva que remata todas las comidas.
La gastronomía de Guadalajara
En Guadalajara, con los asados de cordero o cabrito hacen maravillas: relleno a la montañesa como en la región de Atienza; al alioli, en Molina de Aragón; con salsa hecha al estilo de Jadraque y Cogolludo; o asado, sin más, sólo con agua y sal...
Entre los postres, destacan los bizcochos borrachos y todos aquellos cuya base fundamental es la rica miel de La Alcarria.
Las especialidades de Toledo
Toledo muestra su máxima especialidad en la perdiz estofada, en su punto exacto gracias a una lenta y cuidadosa cocción.
Otros platos a destacar son el cuchifrito, las judías con perdiz o con liebre, el cordero asado, las carcamusas, el venado con setas o a la plancha y sus maravillosos postres como el mazapán y las melinches de Yepes.
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