-¿Cómo puede responder Argentina a la caída del euro?
- El gobierno de la provincia no puede intervenir en el tema del dólar. Incluso desde la política macroeconómica es muy difícil porque Argentina hoy tiene un tipo de cambio flotante intervenido que depende mucho de las condiciones del mercado.
El factor que generó alguna ventaja inicial en la exportación de vino, fue la relación dólar-euro. El hecho de que el euro esté perdiendo valor, es una de las mayores amenazas que está teniendo la vitivinicultura argentina. Ese beneficio nos permitió crecer considerablemente en el mercado norteamericano en medio de la crisis. Lo que determinó esta condición favorable fue la relación precio-calidad fue muy favorable para los vinos argentinos y chilenos frente a los europeos.
- ¿Qué hay que hacer para mejorar la situación de la industria vitivinícola?
- Lo que tendríamos que hacer primariamente es monitorear como sigue la crisis. Esperamos que haya un salvataje por parte de Grecia que permita la recuperación de los valores del euro. Tenemos que trabajar en las imperfecciones de la política nacional, como la devolución del IVA de exportación. Eso genera un problema de competitividad importante por parte del sector. En un mercado tan complejo es fundamental no dar ventaja.
- ¿A dónde deben dirigirse los planes de inversión?
- Tenemos que hacer mejoras en la productividad que tengan un efecto más permanente que la situación del tipo de cambio. De todos modos, el camino recorrido por la vitivinicultura hizo que se ganara mucho conocimiento desde el punto de vista de un producto diferenciado. Mejorar la producción, tanto en calidad como en volumen, repercute directamente sobre la disminución de los costos. Esto permitiría acceder a una ventaja permanente de precios aun cuando no favorezca el tipo de cambio.
Lo que estamos haciendo es apoyar a las pequeñas bodegas. En esto el programa VID, que son todos los fondos que el estado está aportando a través de la COVIAR están ayudando bastante. Estamos ejecutando el 2,5 % de las retenciones vitivinícolas que están apuntando a mejorar la producción, calidad de las uvas, calidad de producción y promoción de los mercados internos y externos.
- ¿Cómo se debe competir con los sustitutos?
- Uno de los objetivos es mejorar la imagen del vino frente a sus fuertes competidores sustitutos como la cerveza. Analizando los números, se puede observar que hay un aumento del consumo per cápita de la cerveza frente al consumo per cápita del vino. Hay una gran inversión en promoción por parte de la cerveza, más allá de las tendencias naturales por cambio de gusto. Creo que una activa promoción de las marcas de las pequeñas bodegas, además de la promoción genérica del vino argentino, podría contribuir a mitigar la tendencia de los consumidores por los sustitutos.
Mendoza recibió 24 millones de pesos de las retenciones que se aplicaron en 2009 a las exportaciones vitivinícolas. Respecto a este fondo, Raúl Mercau detalló los planes de inversión:
- 11 millones de pesos serán destinados a prácticas vitivinícolas.
- 3 millones para el desarrollo de la calidad.
- 2 millones de pesos para el mercado del mosto.
- 6 millones para el crecimiento en el mercado externo.
- Los 2 millones restantes, estarán dedicados a la promoción
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