Dinamarca siempre ha sido un país de cerveza. Sin embargo, hasta finales de los años 90 había casi únicamente un tipo de cerveza de producción danesa, la cerveza clara. Esta existió en un sinfín de variaciones parecidas y se vendió bajo diferentes nombres. Se trataba de una marcada cerveza de consumo.
Lo que ha pasado en el mercado de la cerveza durante los últimos 10 años ha sido toda una revolución. La venta de cerveza especial ha sido, con diferencia, la categoría de mayor crecimiento en todo el sector de alimentación danés. Hace 10 años, en Dinamarca quedaban unas 10 cervecerías con las de Carlsberg y Tuborg como dominantes. Pero desde el año 2000, unas 35 nuevas cevecerías han aparecido. Cervecerías que elaboran cerveza de calidad artesanal, en la mayoría de los casos nuevos tipos de cerveza de fermentación alta según el modelo belga, alemán, inglés, checo y americano. Cerveza que recibe un tratamiento personal y tiempo necesario para la maduración.
Hoy en día es un hecho que la oferta y la variedad de cervezas especiales en Dinamarca nunca ha sido más grande y una cosa es segura: esta evolución continuará.
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