En la publicidad se evaluaba la ingesta de calcio de una persona interrogando acerca de su consumo de lácteos, sin embargo, no se contemplaba otras fuentes de calcio de la dieta, como el pescado, algunas hortalizas y frutas, el pan, los cereales y demás.
Por esa razón, creo que es necesario que no olvidemos que el calcio no sólo está en los lácteos, pues aunque no tengamos una elevada ingesta de leche, yogur o queso, podemos cubrir nuestra cuota del mineral con ayuda de semillas, frutas secas y demás alimentos habituales.
Este erróneo concepto de que el calcio sólo esta en los lácteos nos puede empujar a ingerir suplementos del mineral o productos enriquecidos con calcio que tienen un elevado costo.
Más allá de lo económico, si superamos ampliamente la ingesta de calcio recomendada podemos sufrir una hipercalcemia que, aunque es raro su desarrollo por la dieta, también tiene serias consecuencias en el organismo.
Fuente: vitonica.com
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