La obesidad siempre fue considerada una enfermedad, pero desde hace diez años ya es una pandemia: hoy el 60% de la población tiene problemas de obesidad o sobrepeso.
La manera de prevenir la obesidad es realizando educación, desde los padres hasta los niños. Los padres no pueden enseñar hábitos alimentarios correctos si ellos no los tienen o aumentar la actividad física cotidiana si ellos son sedentarios. La educación debe partir desde los organismos gubernamentales, desde los colegios.
Las personas debemos pesarnos, registrar un peso saludable. Apenas ese peso se dispare hay que comenzar un tratamiento. Ese peso se puede disparar por angustias, depresiones, voracidad o querer cuidarse o moderarse en las porciones y no poder.
Los planes alimentarios son indicados por médicos y nutricionistas, de todos modos hay síntomas de alerta como para comunicar al profesional y suspender un plan, como por ejemplo: debilidad, deshidratación, descensos rápidos de peso o efectos adversos de alguna medicación.
Una mala alimentación es la que no cumple con cuatro leyes fundamentales:
Tomar abundante cantidad de líquidos, no consumir demasiadas harinas refinadas (pan, pizzas, tartas, pastas), aumentar el consumo de frutas, verduras, lácteos y carnes blancas (aves y pescados).
Tener una alimentación adecuada, moverse, es decir, no tener una vida sedentaria, además de practicar algún deporte, tener un buen manejo del estrés y tratar de encontrar un equilibrio.
Los alimentos que uno puede comer diariamente son los protectores, es decir, los que nos protegen de carencias alimentarias, lácteos, huevos (clara), carnes, vegetales, frutas, cereales y legumbres. Aquellos que hay que limitar son los dulces (azúcar, pastelería), grasas (manteca, margarinas, cremas, fiambres) y harinas refinadas.
Hay varios factores para tener en cuenta, por ejemplo, usar siempre el mismo talle, pesarse por lo menos una vez por semana, no tener mas de una variación de 2 kilogramos en el peso y si fuese de más de cuatro, consultar con un terapeuta.
La licenciada Alejandra Raichuni es coordinadora del Departamento de Nutrición del Centro Terapéutico Máximo Ravenna
Fuente: lanacion.com
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