En su visita, Joel Castany, presidente de la cooperativa de Leucate (Francia) y presidente de Cordier Mestrezat (Bordeaux), dedicada a la comercialización de Grand Crus, presentó un panorama de la situación actual del país europeo y habló sobre el cooperativismo como estrategia de éxito en el negocio del vino. Además, el referente francés, entabló diálogo con Día a Día del Vino y destacó que Chile y Argentina son países con perfiles muy diferentes como trabajar el vino en forma conjunta.
- ¿Cuál es la situación actual del rubro vitivinícola en Francia?
- Está muy difícil, al igual que en todo Europa. El consumo y los precios bajan, las exportaciones no se desarrollan en el nivel previsto y empezamos a tener importaciones. Hubo un plan de arranque de viñedos determinado por la Comisión Europea, grave error que hoy estamos pagando. Además, es una situación muy difícil para los gustos.
- ¿Qué comparación puede hacerse entre Mendoza y Francia?
- En Mendoza se desarrollan las exportaciones y no tienen importaciones. Además, tienen acciones para ensayar el consumo interno. Me parecen los precios más altos que Francia en general y hay un buen trabajo del sector. Es mi séptima vez que vengo a Mendoza y he visto a la gente reflexionar y tener acciones. En Francia, por el contrario, hemos perdido ventaja. Somos de una idea bastante vieja.
- ¿Qué fortaleza tiene Argentina como país productor de vino?
- Argentina tiene la legitimidad histórica. Sin embargo, considero que su mayor fortaleza es poder trabajar variedades que nadie más tiene. Tal es así el caso de Malbec, Bonarda y Torrontés que ningún otro país puede producir con tanta calidad. Las condiciones climáticas son muy buenas. En Mendoza hay poca lluvia, agua de riego, frío de noche y otras condiciones que determinan un excelente clima para la producción de vino.
- ¿Cómo es la imagen argentina en el exterior?
- Es realmente muy buena. Desde afuera vemos: espacio, naturaleza, medio ambiente, tango, Pumas, Messi, buena carne, Aconcagua, Patagonia, Usuahia y gente muy dinámica. Esto es muy positivo.
- ¿Por qué destaca la unión de fuerzas en el negocio del vino?
- Nosotros, (Francia) estamos ahora muy dispersos. Tenemos muchas bodegas y operadores sin fuerza internacional y con división de intereses dentro de una crisis global.
El plan estratégico argentino de la Coviar es un trabajo de consenso muy positivo. En Francia no tenemos nada parecido. Cada provincia trabaja en base a sus ideas y no hay acciones complementarias. La fuerza colectiva en el mercado internacional es fundamental.
- ¿Qué puntos son clave en las negociaciones entre la Comunidad Europea y Argentina?
- Hay varios puntos importantes a negociar entre ambos mercados. Considero fundamental que se trabaje con las restricciones que el continente europeo aplica a los países sudamericanos en general. Argentina trabaja poco con Europa. Se ubica cerca del puesto 32 en el ranking de relaciones exteriores del continente europeo. Creo que esto va a ir mejorando y va a desarrollarse mayor comunicación y negociación. El 17 de Mayo de 2010 hubo un convenio muy importante en Madrid que aportó cosas muy positivas.
- ¿Argentina y Chile deben trabajar en conjunto?
- Me parecen países muy diferentes. No es la misma vitivinicultura, ni las mismas ideas. Chile no tiene consumo interno. Por el contrario, Argentina es fuerte en este sentido y le queda mucho por desarrollar. La imagen global, las inversiones, el sistema gremial y la organización social no son las mismas. Creo que ambos países no pueden trabajar en conjunto, no la considero una buena opción.
Así respondió Castany a qué varietales debe producir nuestro país para pisar fuerte en el mercado europeo. "Si se va por Chardonay, Merlot y otros varietales, los tenemos todos. He catado estas variedades en mis últimas visitas a la Argentina y algunos vinos me han parecido excepcionales. La uva con una buena técnica vitivinícola, una buena bodega, y un buen enólogo, hace buen vino. Es el trabajo y las ideas lo que lo pueden distinguir", dijo.
En cuanto a lo que necesita fortalecer subrayó que "Argentina tiene calidad. Tal vez algunas bodegas están un poco más abajo en cuanto a la técnica. Creo que lo mejor que pueden hacer es desarrollar su mercado interno. Esta es la llave, la clave para lograr un crecimiento en el plano internacional también. Argentina tiene una base muy buena, pero hay que trabajar con los jóvenes. Estos prefieren mucho más la cerveza antes que el vino".
Por el problema que tiene Francia para promocionar el vino entre los jóvenes, por sus leyes, Castany pensó en llevarse un juego de mesa desarrollado localmente que se llama Desafíos del Vino "para ver si conseguimos que los jóvenes se acercan un poco a nuestro rubro.
Fuente: Area del Vino
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