Bien sabemos que la manera de comer y de beber define parte de la cultura de un país, un pueblo o una comunidad, y es por la forma de beber que hemos descubierto un tesoro de la cultura italiana: el PROSECCO, un vino espumante de esos que invitan a seguir tomando infinitamente.
Y no nos referimos a tesoro por lo caro, sino por lo necesario. Es que los italianos tienen el placer de tener un espumante para todos los días, de muy buena calidad, fácil de beber, accesible y muy refrescante por cierto.
La uva con la que se realiza el prosecco es la glera: una uva frágil pero dócil, que se adapta con mayor facilidad en los montes de Venezia, en donde el terroir ofrece características tan únicas como mágicas. En maravillosas alturas, con un clima excelente para su frutos. A tal punto que no es necesario sulfatar la tierra.
El Malbec TV tuvo el honor de ser el único medio argentino invitado por Bodega Bisol al evento GUSTO VIVO, en Venezia, Italia, en donde conocimos sus viñedos, sus posadas y restaurante -de los cuales hablaremos más adelante- y a su preciado espumante: el Prosecco.
Intentando conocerlo y entenderlo, fue inevitable la comparación con el Cava (espumante de España) y con el Champagne (espumante por excelencia de esa zona francesa) y la verdad es que no se pueden comparar, y la gente de Bodega Bisol lo tiene muy claro en su repetida frase “el champagne es el rey y el prosecco es el príncipe”. Además, saben en qué ocasiones se toma el prosecco y eso es lo fundamental, porque más allá del fantástico terroir, más allá de cualquier característica técnica o notas de cata, el prosecco se caracteriza por su ocasión de consumo.
Podríamos decir que por un lado tenemos los vinos de terroir, con todas sus DO, DOC, DOCG, etc…en donde la gente elige por la zona, no por la bodega, característica propia del viejo mundo. Por otro lado, los vinos de marca como el nuevo mundo maneja o varietales, con saber el varietal y la bodega basta sin importar la zona, más allá de algunos entendidos que distinguen zonas. Podríamos decir que el prosecco instalaría en este universo una nueva categoría: la de los vinos de ocasión, aquel que acompaña un evento empresarial, familiar, una cita en pareja, en soledad etc. Lo bueno del prosecco es que se adapta a todas las ocasiones pero se caracteriza por su consumo distendido a cualquier hora del día y sin que haga falta una gran ocasión, más que la del propio placer, que con eso ya es suficiente para descorchar un buen prosecco y disfrutar.
Quizás porque allí viven más tranquilos, con las prioridades bien marcadas, y el trabajo parece no ser lo primero. Bien lo dice la famosa frase “lo primero es la familia” y así se vive en Italia, familia, amigos, tiempo libre para disfrutar la vida y un prosecco.
La Dorona: de regreso gracias a la clonación de la vid
Encontraron en Venissa restos de una vid de la cepa Dorona, la cual fue emblemática en Italia durante muchos años, pero que se extinguió. En la actualidad, gracias a estudios científicos han podido recuperarla, luego de la clonación de la planta y el cauteloso cuidado de sus responsables de Bodega Bisol.
El secreto: en intimidad el enólogo y encargado de la dorona de bisol Roberto Cipresso nos contó en exclusiva para el Malbec TV como será la guarda de este gran sueño hecho realidad. Las botellas de la cosecha 2010 de la dorona tendrán su estiba bajo el agua de Venecia, sin etiqueta y cápsula por supuesto, con todas las medidas de seguridad correspondientes, pero estarán templadas y custodiadas por las aguas de Venecia, y una vez que salgan a la luz tendrán unas etiquetas con detalles en oro y no se venderán deliberadamente.
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