Beneficios
- Tiene una importante cantidad de proteínas de alto valor biológico (buena calidad) igual a la carne vacuna.
- Vitaminas: aporta del complejo B, que protegen al sistema nervioso, e intervienen en el metabolismo que provee la energía al cuerpo para su normal funcionamiento, etc.
- Minerales: posee hierro, que interviene en la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno; fósforo, que forma los huesos y potasio, que es esencial para la contracción muscular y el funcionamiento del corazón. También aporta zinc, que mejora el sistema inmunitario, presente especialmente en sus partes más oscuras.
- Es bajo en colesterol, excepto si se lo come con piel, que tiene muy alto contenido de grasas y de colesterol, al igual que sus interiores.
Diferentes partes del pollo
Pechuga: sin piel: es la parte que contiene menos grasa y colesterol.
• Calorías: Media pechuga pesa: 150 g (Una suprema o escalopa chica de pechuga (100 g) aporta 92 calorías)
Muslo: Tiene menos proteínas que la pechuga y el triple de grasa. Pesa entre 200 a 250 g. Lo comestible (carne sin hueso) pesa 120 a 150 g.
• Calorías: Sin piel aporta 128 a 160 calorías y con piel 185 a 215 calorías.
Pata: Al igual que el muslo tienen menos proteínas que la pechuga y el triple de grasa. Pesa 100 a 110 g. Lo comestible (carne sin hueso) pesa 60 a 65 g.
• Calorías: Sin piel aporta 66 a 70 calorías y con piel 120 a 125 calorías.
Ala: pesa 100 g. Lo comestible (carne sin hueso) pesa 40 g.
• Calorías: Sin piel aporta 56 calorías y con piel 111 calorías.
Visceras: contienen cinco veces más cantidad de grasa que el pollo. Aunque las vísceras tienen importantes cantidades de colesterol, poseen un gran aporte mineral y vitamínico.
Higado: tiene nueve veces más contenido en colesterol que la pechuga, pero mucho más hierro.
Consejos de la nutricionista
Lic Eleonora Puentes, nutricionista
- El pollo es de fácil digestión y es bien tolerado por quienes sufren trastornos digestivos ya que su tejido conectivo es mas fácil de desintegrar y digerir que la carne vacuna.
- Los pollos industriales contienen más hormonas (estrógenos) con el fin de acelerar el aumento de peso de estos animales. Su carne es de sabor más suave y de color más pálido que la de los pollos de granja o rurales. Las hormonas son perjudiciales para el organismo y pueden provocar cáncer de mama, pubertad precoz, etc.
- La alternativa es buscar pollos industrializados pero de menor tamaño (2 kilos o inferior) para que no hallan recibido muchas hormonas y consumirlos solo una a dos veces por semana.
- En cambio, los pollos de granja o de campo, los ecológicos y los orgánicos son criados en espacios más amplios como los gallineros siendo alimentados con granos, por lo que son más musculosos y menos grasos, resultando su carne más firme y sabrosa. En lo posible, elegir estos pollos, que deben tener el sello del productor.
- Al elegir un pollo, comprobar que la piel sea lisa y tersa, que no esté pegajosa y que no presente manchas. Los reflejos verdosos o violetas, o el extremo de las alas oscurecidas son señales de que el pollo no es fresco.
- Tener en cuenta que el pollo sin eviscerar (con vísceras) solo se mantiene 24 hs en el refrigerador , los eviscerados (sin vísceras) 2 días, el pollo cocido 3 o 4 días y en el freezer de 6 a 8 meses.
Recuerde: una vez eviscerado y antes de cocinarlo, lavarlo bien por dentro y fuera. - La pechuga de pollo a la plancha es un plato fundamental para hacer una dieta, ya que tiene pocas calorías. Al cocinarla es más seca debido a su menor contenido en grasa. Es apta para la elaboración de supremas y es aconsejable cocinarlas al horno y no fritas.
- La pata y muslo es una carne más sabrosa y jugosa, se puede elaborar al horno, parrilla, plancha o prepararlas en milanesa o escalopa, que se recomienda también cocinar al horno y no por fritura.
- La carcasa y las alas del pollo se pueden congelar y utilizar en otra ocasión para hacer caldos y sopas.
- Es muy importante que la carne esté bien cocida, de forma que se asegure la destrucción de la salmonella, bacteria causante de la salmonelosis que ocasiona un grave cuadro de deshidratación por vómitos y diarreas.
- En general, los ejemplares más jóvenes resultan muy apropiados para ser cocinados al horno, mientras que los de mayor edad precisan cocciones prolongadas como guisos y estofados, para conseguir ablandar su carne.
- Tener en cuenta que el método empleado influye en la cantidad de grasa final y por tanto de calorías. Muchas veces las partes más magras (pechugas) se suelen cocinar con una salsa de crema o acompañarlas con mayonesa o las supremas se hacen fritas: esto aumenta mucho las calorías de la preparación final.
- En cuanto a las formas de cocción, las más sanas son a la parrilla, plancha, horno o por hervido.
- Atención: No consumir la piel ya que contiene hormonas y pesticidas que quedan adheridas en ésta.
Las preparaciones light
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