Los belgas han aumentado de manera importante su consumo de vinos, tanto así que las importaciones registran un sostenido crecimiento de manera general, y con cifras expresivas en el caso de vinos de países como Argentina, Australia y Chile.
La agencia de gobierno de apoyo al comercio exterior ProChile ha publicado un informe de su oficina comercial en Bruselas, en el cual se evidencia el gran potencial del mercado belga para los países exportadores de vinos. Abajo reproducimos parte de este informe de ProChile.
En estos últimos años, la evolución en las importaciones de vinos tranquilos ha sido positiva para casi todos los países, a excepción de los Países Bajos y Estados Unidos. Sin embargo, es interesante resaltar el descenso de las importaciones de vino francés, entre 2003 y 2006, (a pesar de su recuperación en 2007), así como el estancamiento actual de la evolución de los vinos portugueses y el buen funcionamiento de los vinos tranquilos españoles e italianos.
A pesar de que las importaciones intracomunitarias siguen suponiendo un mayor porcentaje sobre el total (90,8%), esta cifra no ha dejado de disminuir desde 2003. Esto se debe en gran medida al constante crecimiento en importancia de los vinos procedentes de países extracomunitarios como Argentina, Chile, Sudáfrica y Australia, entre otros.
Según cifras de 2007 del Banco Nacional de Bélgica, el ranking de vinos tranquilos importados por Bélgica era liderado por Francia con 440,8 millones de litros, seguido por Italia (46,1 mlt), Portugal (44,6), España (31,4), Chile (18,2), Sudáfrica (16,4), Alemania (16,4), Australia (14,0), Países Bajos (10,4), Luxemburgo (9,3), Reino Unido (6,7), Argentina (4,5), EEUU (2,5).
Los países productores con mayor variación entre 2003 y 2007 en sus colocaciones de vinos tranquilos en Bélgica son: Argentina, con incremento de 157,39%; , Reino Unido (70,5%); Chile (60,18%); Australia (56.6%); España (49,0%); Sudáfrica (43,4%); Alemania (40,2%).
Según un estudio de Nielsen en 2008 el vino chileno está en el cuarto lugar entre los vinos importados consumidos en Bélgica, avanzando desde el quinto lugar que ocupaba en 2007.
POTENCIAL DEL PRODUCTO
La agencia de gobierno de apoyo al comercio exterior ProChile ha publicado un informe de su oficina comercial en Bruselas, en el cual se evidencia el gran potencial del mercado belga para los países exportadores de vinos. Abajo reproducimos parte de este informe de ProChile.
En estos últimos años, la evolución en las importaciones de vinos tranquilos ha sido positiva para casi todos los países, a excepción de los Países Bajos y Estados Unidos. Sin embargo, es interesante resaltar el descenso de las importaciones de vino francés, entre 2003 y 2006, (a pesar de su recuperación en 2007), así como el estancamiento actual de la evolución de los vinos portugueses y el buen funcionamiento de los vinos tranquilos españoles e italianos.
A pesar de que las importaciones intracomunitarias siguen suponiendo un mayor porcentaje sobre el total (90,8%), esta cifra no ha dejado de disminuir desde 2003. Esto se debe en gran medida al constante crecimiento en importancia de los vinos procedentes de países extracomunitarios como Argentina, Chile, Sudáfrica y Australia, entre otros.
Según cifras de 2007 del Banco Nacional de Bélgica, el ranking de vinos tranquilos importados por Bélgica era liderado por Francia con 440,8 millones de litros, seguido por Italia (46,1 mlt), Portugal (44,6), España (31,4), Chile (18,2), Sudáfrica (16,4), Alemania (16,4), Australia (14,0), Países Bajos (10,4), Luxemburgo (9,3), Reino Unido (6,7), Argentina (4,5), EEUU (2,5).
Los países productores con mayor variación entre 2003 y 2007 en sus colocaciones de vinos tranquilos en Bélgica son: Argentina, con incremento de 157,39%; , Reino Unido (70,5%); Chile (60,18%); Australia (56.6%); España (49,0%); Sudáfrica (43,4%); Alemania (40,2%).
Según un estudio de Nielsen en 2008 el vino chileno está en el cuarto lugar entre los vinos importados consumidos en Bélgica, avanzando desde el quinto lugar que ocupaba en 2007.
POTENCIAL DEL PRODUCTO
La competencia en el mercado del vino en Bélgica ha crecido enormemente en los últimos años. Desde hace muchos años, el vino francés domina el sector de manera evidente, con cuotas que rondan el 70% e incluso superan el 80% en el caso del vino espumoso.
Sin embargo, esta posición privilegiada se ha visto amenazada por el crecimiento de los vinos del sur de Europa y la llegada de vinos de países denominados del “Nuevo Mundo”, entre otros. De este modo, las importaciones de países como España, Italia, Chile, Sudáfrica y Australia van siendo cada vez mayores, haciendo que estos vinos estén cada vez más presentes en el mercado belga.
El mercado del vino en Bélgica creció en 2007 un 6% en volumen y un 24% en valor, muy por encima de lo logrado en los años anteriores. Esto es así porque el vino se considera como una de las bebidas alcohólicas más de moda en Bélgica, siendo por ello la que mejor comportamiento tiene en esta categoría. Este buen comportamiento se debe, entre otras cosas, al mayor consumo por parte de mujeres y jóvenes.
Sin embargo, no todos los tipos de vino ni todos los orígenes están teniendo un comportamiento igualmente positivo: los vinos blancos y los espumosos parecen evolucionar mejor que los demás, a pesar del buen comportamiento que se observa actualmente en el vino rosado.
Además, los vinos de Chile, Australia y Sudáfrica están evolucionando muy positivamente, junto con algunos países de la vieja Europa (Italia, Portugal y España). Todo ello en detrimento del vino francés, que sigue siendo el que domina el mercado.
Los belgas presentan cada vez más interés por el universo del vino y le dan más importancia a todas las informaciones que tengan relación con este producto. Conocen bien las denominaciones de origen así como las diferentes regiones vinícolas de los países más importantes (Francia, Italia, España).
Los consumidores regulares (los que consumen al menos 1 vez a la semana) representan el 30% de la población (unos 3 millones de personas) y aseguran el 80% del consumo. El vino es consumido mayoritariamente por personas de más de 30 años con un cierto nivelsocial. Este producto se asocia con un cierto status social, contrariamente a lo que ocurre con la cerveza, que se considera un producto de consumo habitual. Por otro lado, el consumo es más importante en el caso de los hombres de clase media con una edad entre los 40 y los 65 años. Sin embargo, el consumo está muy difundido entre otras categorías, siendo los jóvenes un grupo poblacional con un consumo aún escaso.
Además, parece que las mujeres jóvenes, con edades entre los 18 y los 35 años, beben cada vez más vino, pudiendo llegar a igualar el consumo de los hombres de aquí a 2011. Finalmente, el 75% de las familias compran vino.
Un detalle a tener en cuenta al analizar el mercado belga y sus patrones de consumo, son las enormes diferencias que existen entre las tres regiones que componen este país, en particular entre Walonia y Flandes.
La primera región se caracteriza por su elevado consumo de vino y una gran influencia del vino francés. Sin embargo, dicho consumo parece encontrarse en decadencia en favor de los vinos del nuevo mundo. Por eso es interesante para los exportadores chilenos de buscar un importador especializado en esta región para poder aprovechar de entrar en el mercado donde se espera un aumento en la demanda de vinos chilenos.
La segunda región, más próspera económicamente en la actualidad, consume menos vino y tiene unos patrones de consumo más influenciados por los anglosajones. Además, los flamencos son consumidores más abiertos a nuevas tendencias, por lo cual se interesan enmayor medida por los vinos del Nuevo Mundo. Este mercado, a contrario de Walonia, tiene muchos importadores de vino chileno y está un poco saturado. Por eso no es fácil encontrar importadores que buscan una viña chilena. Más importante es apoyar a losimportadores existentes de vender más y mejor sus vinos chilenos.
Sin embargo, esta posición privilegiada se ha visto amenazada por el crecimiento de los vinos del sur de Europa y la llegada de vinos de países denominados del “Nuevo Mundo”, entre otros. De este modo, las importaciones de países como España, Italia, Chile, Sudáfrica y Australia van siendo cada vez mayores, haciendo que estos vinos estén cada vez más presentes en el mercado belga.
El mercado del vino en Bélgica creció en 2007 un 6% en volumen y un 24% en valor, muy por encima de lo logrado en los años anteriores. Esto es así porque el vino se considera como una de las bebidas alcohólicas más de moda en Bélgica, siendo por ello la que mejor comportamiento tiene en esta categoría. Este buen comportamiento se debe, entre otras cosas, al mayor consumo por parte de mujeres y jóvenes.
Sin embargo, no todos los tipos de vino ni todos los orígenes están teniendo un comportamiento igualmente positivo: los vinos blancos y los espumosos parecen evolucionar mejor que los demás, a pesar del buen comportamiento que se observa actualmente en el vino rosado.
Además, los vinos de Chile, Australia y Sudáfrica están evolucionando muy positivamente, junto con algunos países de la vieja Europa (Italia, Portugal y España). Todo ello en detrimento del vino francés, que sigue siendo el que domina el mercado.
Los belgas presentan cada vez más interés por el universo del vino y le dan más importancia a todas las informaciones que tengan relación con este producto. Conocen bien las denominaciones de origen así como las diferentes regiones vinícolas de los países más importantes (Francia, Italia, España).
Los consumidores regulares (los que consumen al menos 1 vez a la semana) representan el 30% de la población (unos 3 millones de personas) y aseguran el 80% del consumo. El vino es consumido mayoritariamente por personas de más de 30 años con un cierto nivelsocial. Este producto se asocia con un cierto status social, contrariamente a lo que ocurre con la cerveza, que se considera un producto de consumo habitual. Por otro lado, el consumo es más importante en el caso de los hombres de clase media con una edad entre los 40 y los 65 años. Sin embargo, el consumo está muy difundido entre otras categorías, siendo los jóvenes un grupo poblacional con un consumo aún escaso.
Además, parece que las mujeres jóvenes, con edades entre los 18 y los 35 años, beben cada vez más vino, pudiendo llegar a igualar el consumo de los hombres de aquí a 2011. Finalmente, el 75% de las familias compran vino.
Un detalle a tener en cuenta al analizar el mercado belga y sus patrones de consumo, son las enormes diferencias que existen entre las tres regiones que componen este país, en particular entre Walonia y Flandes.
La primera región se caracteriza por su elevado consumo de vino y una gran influencia del vino francés. Sin embargo, dicho consumo parece encontrarse en decadencia en favor de los vinos del nuevo mundo. Por eso es interesante para los exportadores chilenos de buscar un importador especializado en esta región para poder aprovechar de entrar en el mercado donde se espera un aumento en la demanda de vinos chilenos.
La segunda región, más próspera económicamente en la actualidad, consume menos vino y tiene unos patrones de consumo más influenciados por los anglosajones. Además, los flamencos son consumidores más abiertos a nuevas tendencias, por lo cual se interesan enmayor medida por los vinos del Nuevo Mundo. Este mercado, a contrario de Walonia, tiene muchos importadores de vino chileno y está un poco saturado. Por eso no es fácil encontrar importadores que buscan una viña chilena. Más importante es apoyar a losimportadores existentes de vender más y mejor sus vinos chilenos.
Fuente: todovinos.cl
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