martes, 2 de agosto de 2011

El calafate, un antioxidante natural

Desde la antigüedad se usa para oscurecer el pelo, teñir telas y como preparado natural para bajar la fiebre.

Desde Neuquén a Tierra del Fuego, en cuestas, valles y cañadones, en la ribera de ríos, lagos y márgenes del bosque, se encuentra el Calafate, un arbusto que posee sabrosos frutos que deslumbran por su magia y sabor.

Con su brillante color violáceo y su sabor agridulce, este fruto cuenta con asombrosas propiedades antioxidantes que protegen nuestro organismo de los efectos del paso del tiempo. Por su contenido de polifenoles, el Calafate es estudiado actualmente por diversos organismos, para investigar hasta dónde estos pequeños frutos pueden ayudarnos a vivir más y mejor. El Berberís Buxifolia es un arbusto siempre verde y espinoso que puede llegar hasta los 4 metros de altura y su distribución es muy abundante en el parque Nacional Los Glaciares, en inmediaciones de El Calafate, lago Argentino y la Cordillera.

Mágico encanto

Los frutos del Calafate son muy apreciados por su exquisito sabor. Son el alimento preferido del Fiofío Silbón, un pájaro que transcurre la época estival en la cordillera patagónica y que vuelve todos los años en busca de estos deliciosos frutos. Fueron muy utilizados por los Tehuelches y Araucanos, por sus múltiples usos:

• Para preparar una bebida fermentada con los frutos, azúcar y el chacay, un arbusto autóctono
• Para teñir sus telas
• Como remedio casero, para bajar la fiebre
• Para fabricar las puntas de flecha (con las espinas del arbusto)

Y, en la actualidad,también se aprovechan sus propiedades:

• Para ser consumidos frescos (contienen antíoxidantes)
• En mermeladas y helados
• Utilizado en productos de repostería, de manera natural
• Para oscurecer el cabello hasta darle color natural
• Para preparar licores

El poder de los polifenoles

Es un arbusto que posee propiedades antioxidantes, debido que contiene polifenoles. Los antioxidantes naturales son una fuente de protección para el organismo y neutralizan los efectos del paso del tiempo, ya que atrapan los radicales libres que son responsables del envejecimiento celular.

• Protegen al organismo de varios desórdenes crónicos
• Protegen contra un medio ambiente contaminado

El oxígeno es una sustancia vital para mantenernos vivos, pero cada parte del oxígeno que respiramos nos expone -luego de ser utilizado- a uno de los compuestos biológicos más tóxicos que existen: los radicales libres, que son moléculas inestables (perdieron un electrón) y también altamente reactivas.

Su misión es la de remover el electrón que les hace falta, tomándolo de las moléculas que están a su alrededor, para obtener su estabilidad. La molécula atacada (que ahora no tiene un electrón) se convierte entonces en un radical libre y de esta manera se inicia una reacción en cadena, puede ser indefinida, y que dañará muchas células, si los antioxidantes no intervienen.

¿De dónde vienen los radicales libres?

Los procesos normales del organismo producen radicales libres, como el metabolismo de los alimentos, la respiración y ejercicio. También estamos expuestos a elementos del medio ambiente que crean radicales libres como la polución industrial, tabaco, radiación, medicamentos, aditivos químicos en los alimentos procesados, y pesticidas, sólo para nombrar los más comunes.

Afortunadamente, nuestro cuerpo está armado con medios para protegernos del daño que producen los radicales libres, mediante unos compuestos moleculares llamados antioxidantes, que pueden neutralizar a los nocivos radicales libres y se encuentran en los polifenoles, vitaminas C, E, los Beta carotenos, y los minerales selenio, magnesio y zinc.

Fumar, beber en exceso, comer muchas grasas (sobre todo las saturadas,de origen animal), imponen radicales libres innecesarios al organismo, al igual que la inadecuada exposición a los rayos del sol,el desvanecimiento de la capa de ozono, y la polución del aire, entre otros factores ambientales.

La leyenda

A principios de siglo, el Calafate era considerado como un tesoro por los exploradores que solían recorrer la Patagonia, ya que sus frutos les servían de alimento y el arbusto como refugio del fuerte viento del sur.Tal vez por sus mágicas virtudes, nació una leyenda que lleva el sello de los Tehuelches, amistosos aborígenes que poblaron el sur hace unos 6.000 años. Esta leyenda aún subsiste con fuerza y atrapa por su magia y encanto:

Cuenta una milenaria leyenda que se avecinaba un crudo invierno en la Patagonia y sus antiguos pobladores, losTehuelches, debían emigrar hacia lugares más cálidos en busca de refugio y alimento. Cierta vez, Koonex, la anciana sabia de la tribu, cansada por el paso de los años, decidió quedarse a enfrentar el duro invierno patagónico. Con sólo un toldo de piel de guanaco como refugio, Koonex se despidió misteriosamente de su tribu.

Pasaron muchos soles y muchas lunas y, cuando la primavera siguiente dejó ver los primeros brotes verdes, las aves que regresaron al lugar quedaron sorprendidas al escuchar la voz de Koonex diciendo: “Desde hoyen adelante ya nadie tendrá que emigrar en busca de alimento en otoño y buen abrigo en invierno, Ya nunca más me quedaré so/o!Entonces, una suave brisa voló los cueros del toldo de la anciana, y apareció -como por arte de magia- un hermoso arbusto con perfumadas flores amarillas. Al promediar el verano sus flores se hicieron frutos y antes del otoño comenzaron a ma-durar tomando un color violáceo, de exquisito sabor y gran valor alimenticio. A partir de allí,ya nadie más tuvo que emigrar en busca de alimento. Aves y pobladores del lugar quedaron deslumbrados con el nuevo tesoro natural y lo llamaron Koonex (Calafate en flor). Desde entonces, se dice que quien pruebe los frutos del Calafate siempre volverá a la Patagonia, por más.

CARACTERÍSTICAS

Sus flores son perfumadas y de color amarillo limón.
Sus frutos son violáceos y muy sabrosos.
Poseen propiedades antioxidantes, debido a que contienen polifenoles.
Crece en montes bajos, márgenes de ríos y arroyos, claros del bosque y áreas húmedas de estepas.
Protege al rebaño, funcionando como reparo del fuerte viento patagónico.
Pueden ser propagadas por semillas, rizomas, o in vitro.
Los frutos maduran a fines de enero y continúan a lo largo de febrero

Fuente: prevencion-de-salud.com

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Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina