Salvador de Bahía tiene una gran particularidad en su gastronomía, ya que es ciento por ciento autóctona.
La cocina tradicional del lugar se jacta por ser picante, muy elaborada y sabrosa por la cantidad de especies que se le añaden.
Los platillos típicos de la culinaria local son las moquecas (pescados y frutos de mar con leche de coco y aceite de dendê), la casquinha de Siri (cangrejo) y el acarejé (masa de chicharo rellena con camarones y se fríe en aceite de palma).
La gastronomía de Salvador proviene de una fusión de raíces. La primera surge con los habitantes del lugar que eran indígenas, los cuales cembraban mandioca y maíz y así fabricaban el "pirão", que era como una pasta de harina con agua.
Además, aprendieron a fermentar ciertas bebidas para acompañar los platillos y así comer lo que cazaban o pescaban.
Más tarde con la llegada de los portugueses, se agregaron nuevos condimentos a la cocina local como bacalao, sardina, legumbres y dulces.
Luego los africanos negros trajeron aceites (como el dendê), pimienta y otras legumbres, fusionandose estas tres culturas distintas para el surgimiento de la cocina bahiana que hoy en día se pueden degustar en más de cincuenta platillos distintos típicos.
En el siglo XVI, los esclavos provenientes de África eran subastados en la zona del Mercado Modelo y vendidos así a las grandes residencias.
Las mujeres esclavas negras servían en la cocina y allí es donde ellas conocieron ingredientes como el arroz, el maíz, los frijoles, la carne de gallina, de buey, el azúlcar, el ajo, el limón, la pimienta, entre otras especies y mezclaron estos incredientes con los que ellas conocían del África como la banana, el maní, castañas y el jengibre.
Así comenzaron a fusionar todos estos ingredientes surgiendo nuevos platos exquisitos para los distintos paladares. Así adaptaron platillos considerado sagrados por los Orixás como el carurú, el acarajé, el mungunzá, entre otros.
Por aquel entonces nada se tiraba y todo se reutilizaba. El aceite que sobraba era mezclado con harina de mandioca y banana.
La leche de coco era utilizada para condimentar todo tipo de comidas y con lo que sobraba se hacían dulces y mieles.
También había platos que preparaban las esclavas y que no eran agradados por los señores feudales y que luego se les servían a los propios esclavos como la feijoada, el sarapatel y el mocotó, tan famosos hoy en día.
Son varios los lugares donde se comercializan estos platos típicos. Algunos son vendidos en puestos callejeros, otros en el Mercado de las Sete Portas, algunos en Ferias como la de São Joaquim y en los Mercadillos de Santa Bárbara y São Miguel.
También en las playas y en la zona del Pelourinho se encuentran vendedores ambulantes y restaurantes que venden las comidas típicas bahianas.
Por supuesto, también existen los restaurantes de comida internacional como la árabe, la francesa, la china, la mexicana, la italiana, la japonesa y las parrillas, entre otras.
Platos típicos de Salvador de Bahía
Abará, Aberém, Arroz de auçá, Acaçá, Acarajé, Caruru, Vatapá, Moqueca de aratú, Moqueca de peixe, Moqueca de camarão, Moqueca de maturi, Moqueca de mapé, Moqueca de petitinga, Sarapatel, Xinxim de galinha, Efó, Maniçoba, Zembê, Muganga, Sarrabulho de vaca, Mininico de carneiro, Carne de sol assada, Bobó, Feijão de leite, Siri mole, y Cabidela.
En cuanto a los dulces y postres, los más tradicionales son: Canjica, Pamonha Pé-de-moleque, Arroz doce, Munguzá, Beijú, Cuscuz, Aluá Baba-de-moça, Quindim, Cocada Bolinho de estudante y Lelê.
Fuente: losmejoresdestinos.com
La cocina tradicional del lugar se jacta por ser picante, muy elaborada y sabrosa por la cantidad de especies que se le añaden.
Los platillos típicos de la culinaria local son las moquecas (pescados y frutos de mar con leche de coco y aceite de dendê), la casquinha de Siri (cangrejo) y el acarejé (masa de chicharo rellena con camarones y se fríe en aceite de palma).
La gastronomía de Salvador proviene de una fusión de raíces. La primera surge con los habitantes del lugar que eran indígenas, los cuales cembraban mandioca y maíz y así fabricaban el "pirão", que era como una pasta de harina con agua.
Además, aprendieron a fermentar ciertas bebidas para acompañar los platillos y así comer lo que cazaban o pescaban.
Más tarde con la llegada de los portugueses, se agregaron nuevos condimentos a la cocina local como bacalao, sardina, legumbres y dulces.
Luego los africanos negros trajeron aceites (como el dendê), pimienta y otras legumbres, fusionandose estas tres culturas distintas para el surgimiento de la cocina bahiana que hoy en día se pueden degustar en más de cincuenta platillos distintos típicos.
En el siglo XVI, los esclavos provenientes de África eran subastados en la zona del Mercado Modelo y vendidos así a las grandes residencias.
Las mujeres esclavas negras servían en la cocina y allí es donde ellas conocieron ingredientes como el arroz, el maíz, los frijoles, la carne de gallina, de buey, el azúlcar, el ajo, el limón, la pimienta, entre otras especies y mezclaron estos incredientes con los que ellas conocían del África como la banana, el maní, castañas y el jengibre.
Así comenzaron a fusionar todos estos ingredientes surgiendo nuevos platos exquisitos para los distintos paladares. Así adaptaron platillos considerado sagrados por los Orixás como el carurú, el acarajé, el mungunzá, entre otros.
Por aquel entonces nada se tiraba y todo se reutilizaba. El aceite que sobraba era mezclado con harina de mandioca y banana.
La leche de coco era utilizada para condimentar todo tipo de comidas y con lo que sobraba se hacían dulces y mieles.
También había platos que preparaban las esclavas y que no eran agradados por los señores feudales y que luego se les servían a los propios esclavos como la feijoada, el sarapatel y el mocotó, tan famosos hoy en día.
Son varios los lugares donde se comercializan estos platos típicos. Algunos son vendidos en puestos callejeros, otros en el Mercado de las Sete Portas, algunos en Ferias como la de São Joaquim y en los Mercadillos de Santa Bárbara y São Miguel.
También en las playas y en la zona del Pelourinho se encuentran vendedores ambulantes y restaurantes que venden las comidas típicas bahianas.
Por supuesto, también existen los restaurantes de comida internacional como la árabe, la francesa, la china, la mexicana, la italiana, la japonesa y las parrillas, entre otras.
Platos típicos de Salvador de Bahía
Abará, Aberém, Arroz de auçá, Acaçá, Acarajé, Caruru, Vatapá, Moqueca de aratú, Moqueca de peixe, Moqueca de camarão, Moqueca de maturi, Moqueca de mapé, Moqueca de petitinga, Sarapatel, Xinxim de galinha, Efó, Maniçoba, Zembê, Muganga, Sarrabulho de vaca, Mininico de carneiro, Carne de sol assada, Bobó, Feijão de leite, Siri mole, y Cabidela.
En cuanto a los dulces y postres, los más tradicionales son: Canjica, Pamonha Pé-de-moleque, Arroz doce, Munguzá, Beijú, Cuscuz, Aluá Baba-de-moça, Quindim, Cocada Bolinho de estudante y Lelê.
Fuente: losmejoresdestinos.com
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