SinFin posee viñedos propios desde 1975, sin embargo, hace aproximadamente cinco años comenzaron con la bodega y se han enfocado en el segmento premium con un proyecto y marca propios. Esta, que podría identificarse como la etapa más reciente de la empresa familiar, está más ligada a los afectos y la pasión por el vino que a los resultados comerciales. Persigue la meta de continuar con el legado y transmitirlo a las futuras generaciones.
Bodega Sin Fin cuenta con dos líneas de vinos, Guarda y Gran Guarda, además de una sugestiva Grappa de Malbec y un aceite de oliva virgen extra de calidad premium.
Con una importante presencia en su tierra mendocina natal y en el interior del país, fruto de un arduo trabajo realizado, hoy los vinos de Bodega Sin Fin se preparan para ser presentados en la Capital Federal, a través de una cuidada campaña que pretende entusiasmar sin límite a los paladares porteños.
Fuente: Bodega SinFin
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