Stephen Tanzer, el conocido degustador norteamericano, probó vinos de más de 50 productores argentinos. Entre las grandes calificaciones se posicionaron Catena Zapata, Colomé, Poesía, Viña Alicia y Noemia.
"En Estados Unidos, cada año se suman infinitos números de vinos con diversos precios y sabores, por lo que cada vez es más difícil para los productores, vender vinos mediocres. Argentina es el quinto productor mundial de vino después de Francia, Italia, España y Estados Unidos. Junto con España, es la fuente más rica de vinos económicos y con muy buena calidad.
Afortunadamente, los productores argentinos y sus importadores de Estados Unidos han celebrado en gran medida la línea en la fijación de precios en los últimos años y algunos incluso han reducido sus precios. La mayoría de los mejores vinos de Argentina provienen de la extensa región de Mendoza. En esta región semi-desértica, con temperaturas cálidas durante el día y frescas por la noche e inviernos fríos, los efectos del calor se ven parcialmente mitigados ya que se implantan viñedos a grandes altitudes, normalmente entre los 900 y 1500 metros sobre el nivel del mar", destaca Tanzer en su primer columna del año con respecto a Argentina.
A fines del año pasado, Stephen Tanzer probó un centenar de vinos argentinos, publicando diversas notas en el último informe de International Wine Cellar.
Conclusiones de la degustación
"Éste parece ser un mejor año para los vinos blancos que 2009 y me sorprendieron en particular algunos embotellados de Torrontés cosecha 2010, una variedad que por cierto continúa en expansión ganando popularidad en Estados Unidos", resaltó Tanzer.
Uno de los datos interesantes que mencionó es que en la última degustación ha probado un menor porcentaje de vinos defectuosos como por ejemplo: vinos excesivamente altos en caracteres tostados, difusos; vinos artesanales hechos con madera de roble de mala calidad; una sobre-extracción en vinificación o falta de cuidado total para oxidar durante el proceso de elevage.
"Hoy, el negocio internacional del vino es demasiado competitivo, especialmente para los productores argentinos que están exportando mayor cantidad de vino a países que tienen acceso a un sinfín de opciones en cada gama de sabor y precio. Los productores argentinos y sus importadores en Estados Unidos también han mantenido en gran medida los precios y algunos han debido reducir estos precios más. Este año, he probado Malbec, Cabernet y algunos cortes que me parecieron realmente impresionantes y muy satisfactorios, que se venden por menos de AR$ 20 y a veces por mucho menos. Los productores y los minoristas se han obsesionado con cumplir con niveles específicos de precio y sospecho que aquellos que disminuyen un vino de US$ 20 a US$ 16 están viendo un repunte en el volumen y no en la rentabilidad".
En el otro extremo de la gama de precios, "hay algunos vinos argentinos muy caros -me refiero a aquellos vinos con precios desde US$ 75 hasta US$ 125 o incluso más, cuya calidad es difícil de criticar. Los nuevos y mejores lanzamientos como por ejemplo Achaval Ferrer, Catena Alta, Bodegas Noemia, Viña Cobos y Viña Alicia, son vinos de primera categoría y muy interesantes que toda persona experta en vinos debería probar. Una guía para evaluar vinos como ésta puede resultar útil para la extensa gama media. En las últimas semanas he probado infinidad de vinos en la gama de los US$ 35 a US$ 60 que no eran mucho mejores que aquellos de muy buen precio en el rango de US$ 15 a US$ 20".
La calidad de las vendimiasAntes de mostrar la lista, este catador estadounidense brindó una breve reseña sobre las últimas vendimias de Argentina, así como una descripción de los últimos vinos degustados.
"Argentina ha tenido extensas temporadas de excelentes cosechas, siempre y cuando no haya desastres climatológicos importantes. Sin embargo, hay otras variables más importantes para la calidad del vino, como los niveles de cosecha, la edad de la vid, la altitud en la que se plantan las vides, la fecha de la cosecha y por supuesto la vinificación y sus estrategias".
"Un ejemplo excelente -continuó- es el frío de la temporada 2008, en donde la mayoría de los productores de Mendoza tuvieron que cosechar rápidamente. Es evidente que algunos no consiguieron sus frutos completamente maduros y la paciencia de ciertos recolectores se frustró por las fuertes heladas de mediados de abril. Sin embargo, la cosecha 2008 resultó una de mis favoritas, ya que los vinos ofrecen una inusual elevación de aromas, complejos e intensos y un toque ligero y de rara elegancia".
Por otro lado, "el año 2009, ampliamente descrito como una época climática muy cálida y seca, denominada ‘La Niña' y de crecimiento en Mendoza, dio como resultado vinos con niveles de alcohol difíciles de manejar, taninos importantes y menos caracteres aromáticos, aún cuando los vinos se muestran ricos y plenos con toques de chocolate en el paladar. Algunos blancos son de carácter un poco borrosos. En tercer lugar, estas condiciones podrían haber sido casi ideales para sitios frescos y de mayor altura que luchan por madurar sus frutos en años mediocres. Teniendo en cuenta además que Salta en su extremo norte y la Patagonia en su extremo sur se encuentran a cientos de kilómetros de Mendoza y con frecuencia experimentan condiciones climáticas muy diferentes durante la temporada de cultivo y cosecha, resulta obvio el hecho de no poder generalizar sobre la vendimia".
2010 presentó niveles de cultivo moderados a bajos y luego de un pico de calor durante enero, el período previo a la cosecha fue interminable. El nivel de azúcar en las uvas aumentó poco a poco en sintonía con el desarrollo del sabor (por lo general el azúcar sucede en primer lugar) y los posibles niveles de alcohol en las uvas resultaron con frecuencia en un grado inferior a la media, con buenos niveles de acidez".
Fuente: Area del Vino
No hay comentarios:
Publicar un comentario