Fue Pedro "el grande" quien comenzó el proceso de la europeización en Rusia, atrayendo a muchos alemanes a su entorno. Sus descendientes ocuparon asimismo alemanes en puestos de responsabilidad en diplomacia, administración y en el ejercito.
Colonización planificada de alemanes bajo la regencia de Catalina II
Rusia contaba con enormes franjas de tierra fértil, despoblada y sin utilizar. Además, las guerras con Turquía a fines de siglo XVIII, extendieron enormemente el territorio ruso en el sur de Ucrania que apenas estaba habitado.
Para conseguir nuevos ingresos a la corona Catalina II promulgo un manifiesto el 22 de julio de 1763, en el cual se invitaba a todos los extranjeros dispuestos a ello a radicarse en Rusia.
Los principales puntos del manifiesto permitia a los extranjeros a radicarse donde mas les guste, en todos los distritos, donde cada uno prefiera, a seguir sin impedimentos, libremente su religión, según sus costumbres y ritos.
Ninguno de los colonizadores extranjeros que hayan llegado a Rusia deberán realizar contribución alguna, ni serán obligados a prestar ni simples ni extraordinarios servicios. (El que se radicaba en zonas deshabitadas gozaba de 30 años libres, en otras regiones se concedían de 4 a 10 años), ni pueden ser obligados, contra su voluntad a prestar servicio militar o civil en todo el tiempo de su estadía.
También es digno de mención que en cualquier momento se podía abandonar el imperio sin impedimentos.
El manifiesto de Alejandro I del 20 de febrero de 1804, ponía énfasis en atraer "inmigrantes" que podían servir de ejemplo agropecuario como buenos granjeros, viñateros, con conocimiento en plantaciones de moreras y otros árboles frutales, prácticos en la cría de ganado, pero sobre todo en el cuidado y cría de las mejores razas de ovejas; en fin, que tuviesen los mejores conocimientos para implantar una racional economía agropecuaria.
Razones para emigrar
Los prometidos privilegios de los zares, parecían sumamente tentadores, teniendo en cuenta las situaciones penosas y las carencias, sobre todo en la ciudad de Essen y en el sudoeste de Alemania: la guerra de los 7 años, guerras napoleónicas, ocupación y poderes extranjeros con opresión política y también bajo la tiranía de los propios príncipes, servicios militares y servidumbre para los príncipes y fuerzas extranjeras, (por ejemplo: venta de soldados a América).
Penurias económicas, malas cosechas, años de hambruna, rigurosa y muchas veces injusta administración, obstáculos para la libertad de culto.
Rutas migratorias
La gran colonización planificada de agricultores alemanes a Rusia comenzó en 1763 y termino en 1842. Algunas colonizaciones aisladas se establecieron aun hasta 1862.
A raíz del manifiesto de Catalina II comenzó (después de la guerra de los 7 años) una emigración en masa hacia Rusia, sobre todo desde las ciudades de Essen, Renania y Baden Würtemberg. El camino comenzaba por tierra hasta Lübeck y desde esa ciudad hasta san Petersburgo por vía fluvial.
Se continuaba hasta Moscú o desde el rió volga hasta Saratov, donde en áreas cerradas se fundaron 104 asentamientos.
Los colonizadores, mayormente, les daban los mismos nombres a sus nuevas comunidades que tenían sus aldeas o ciudades dejadas en la patria (por ejemplo: Sttutgart, Karlsruhe, Mannheim, Selz, Tiege, Tiegenhagen, Tonau, Lichtenau, Orloff, Bassel, Darmstadt, Marienthal, Rosenberg, Reinhart, etc.)
Se fundaron 181 colonias en total en la zona del Mar Negro, Besarabia y en el sur del caucaso.
Pasados los cien años de privilegios que Catalina II les había concedido, el zar Alejandro II comenzó en los años 1870 una política de rusificación para con los colonos alemanes, reduciendo su administración propia, imponiendo el idioma ruso, y obligándolos a prestar servicio militar, lo que duraba entre 5 a 7 años, entre otros. Finalmente, en 1876 quedó abrogada totalmente su autonomía.
El pánico cundió entre los colonos, hicieron reuniones y enviaron emisarios, primero a los Estados Unidos de Norteamérica, luego también al Brasil, para estudiar las posibilidades de inmigración en estos países. Los emisarios regresaron al Volga con buenas noticias, a lo que siguieron numerosos grupos de emigrantes, dirigiéndose hacia los mencionados países. Entre tanto, los que ya se habían establecido en el Brasil, pronto se dieron cuenta que este país no reunía las buenas condiciones para el cultivo del trigo. De allí llegó un grupo a Argentina para analizar sus condiciones de clima, de suelo y de inmigración. El Gobierno de este país ya había sido advertido del importante contingente de alemanes del Volga, que se dirigía hacia el Brasil, así como de sus características de buenos agricultores, e hizo todo lo posible para que éste sea llevado a la Argentina, valiéndose para ello de artimañas. No sólo lo logró, sino que muchos de los que se habían establecido ya en el Brasil, llegaron voluntariamente a Argentina, en busca de mejores tierras trigueras.
Los primeros colonos alemanes del Volga llegaron a fines de diciembre de 1877 a Buenos Aires.
Los que llegaron a la Argentina lo hicieron merced a una ley del entonces Presidente argentino Nicolás Avellaneda. La primera colonia se estableció en Hinojos, cerca de Olavarría, en la Provincia de Buenos Aires el 5 de enero de 1878, y otros lo hicieron en el departamento entrerriano de Diamante, el 24 de enero del mismo año, fundando General Alvear. Más tarde lo fueron haciendo en el resto de las provincias. La población total de descendientes de alemanes del Volga en la Argentina está estimada en algo más de 2.000.000 habitantes.
Alemanes en Coronel Suarez
El 15 de marzo de 1887, luego de entrevistarse con el Sr. Eduardo Casey (quien disponía de 300.000 ha. en un paraje denominado Sauce Corto), llegan a esta zona 58 familias procedentes las aldeas Kaminka, Hildmann, Dehler y Volmer de la gobernación de Saratow, colonización del Volga.
El sitio reservado a los extranjeros, se ubicaba en la ciudad de Cnel.Suárez, a la vera del Ferrocarril Sud.
Los inmigrantes decidieron fundar sus propias colonias, por lo que se distribuyeron de la siguiente manera:
* 24 familias de Kaminka, se alejaron 15 km. de Cnel.Suárez, fundando la colonia 3 o Pueblo Santa María, el 11 de mayo de 1887.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA KAMINKA (algunas de las cuales fundaron esta colonia):
Allerbon, Andes, Bahl, Baier, Beier, Baumgertner, Braun, Brandestein, Berger, Bendero, Bohn, Crenz, Dailof, Dihel, Dreser, Dumrauf, Fischer, Fogel, Fogelmann, Gette, Gettig, Grenz, Gertner, Gottfriedt, Hasper, Heim, Hecht, Horn, Kaul, Kuhn, Minnig, Müller, Naab, Patenhaiser, Reeb, Reser, Resch, Reppin, Roth, Rogel, Rohwein, Rolhaiser, Sack, Siebert, Siebenhart, Simon, Schaab, Schamberger, Scheffer, Schechtel, Schermer, Schmidt, Schneider, Schulmeister, Stadelmann, Stadler, Streitenberger, Stremel, Schwerdt, Schwindt, Treser, Urban, Walter, Weimann, Winer, Zwenger.
* 15 familias de Dehler y Volmar fundaron la colonia 2 o Pueblo San José, a 10 km. de Cnl.Suárez, un 13 de abril.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA WOLMAR:
Bailman, Beingart, Brost, Detzel, Dietrich, Distel, Dornes, Eberle, Feser, Gertner, Graff, Haberkorn, Hergenreder, Heim, Holmann, Kees, Klug, Kippes, Krieger, Kloperdanz, Lacher, loos, Lauer, Ostertag, Pailman, Platz, Recofski, Sauer, Sietz, Sieben, Siebert, Stang, Stegmann, Stadelmann, Schaab, Weingart, Waimaier.
ALDEA DEHLER:
Achemager, Buch, Diehz, Danderfer, Dumrauf, Forster, Freidenberger, Fuhr, Gunter, Guinder, Hammerschmidt, Hippedinger, Herpsommer, Kesler, Kiner, Klein, Koller, Kronberger, Martel, Masson, Minor, Novack, Opholz, Ostertag, Phillip, Pubilowsky, Raab, Redel, Riel, Rudel, Ruhl, Ruppei, Ruppel, Schab, Schell, Sieb, Schöenfeld, Schwab, Staldecke, Stoessel, Trauch, Wagner, Zwenger.
* 19 familias de Hildmann se ubicaron a sólo 5 km. de Cnel.Suárez, fundando la colonia 1 o Pueblo de la Santísima Trinidad.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA HILDMANN:
Amrain, Dietrich, Diser, Duhel, Elsenbach, Gallinger, Gerling, Haas, Heit, Heiland, Heinrig, Herlein, Hubert, Kees, Kippes, Konrad, Müller, Quitlain, Trin, Waisbeck, Werbach, Wiabach.
Actualmente, las colonias tienen una población aproximada de 5.500 habitantes.
El dialecto alemán.
El dialecto franco-renano que hablan la mayoría de los alemanes de volga en Cnel.Suárez, tiene por características principales, aparte de ser perfectamente comprensible, la distinción de los diptongos, la deformación de algunas vocales, y principalmente, el enmudecimiento de la última sílaba de la palabra, la que así resulta indefinida y notoriamente nasal.
Este dialecto se nutre de vocablos franceses, incorporados por la vecindad del país. En su paso por Rusia, también incorporaron palabras, en su mayoría nombres de comidas.
A pesar de que el uso vernáculo ha venido sufriendo una progresiva restricción, sigue siendo empleado en los ámbitos de la familia y la amistad. A grandes rasgos, las preferencias del dialecto se ligan, sobre todo, a la edad y al entorno de su radicación.
Costumbres y Tradiciones.
Algunas de las costumbres de los primeros colonos, en su mayoría religiosas, han ido pasando de generación en generación, por lo que consideramos interesante explicar algunas, que ponen de manifiesto el inquebrantable espíritu de lucha y su fe en Dios.
Bendición de la sal:
En el día de la Stma. Trinidad se procedía a la bendición de la sal, que se guardaba para los días de tormenta, cuando era echada en el fuego encendido de la cocina a leña y el humo que emanaba de la chimenea se elevaba al cielo, protegiéndolos de las inclemencias del tiempo.
El mensaje de las campanas:
Como la fe regía la vida de los aldeanos, las campanas indicaban los momentos del día que debían ser dedicados a Dios.
También se acudía a las campanas para reunir a los vecinos para algún acontecimiento importante, y en casos de incendio, cuando se necesitaba a todos los vecinos para colaborar en la extinción del fuego.
Actualmente, las campanas todavía informan a los colonos los fallecimientos. Según el tañido, estas indicaba la edad del fallecido.
Bendición de los ramos.
Los ramos bendecidos el Domingo de Ramos son guardados con gran respeto en algún lugar trascendente del hogar. Sirve para protegerlos contra rayos e incendios.
Bendición de los frutos:
El domingo de Pascua, todos los productos que producían y obtenían de la tierra, eran consagrados al Señor como agradecimiento a los dones concedidos durante el año. En la actualidad, se puede ver el Domingo de Pascua a los fieles llevando al altar canastas con frutos para la bendición.
Bendición del agua:
El agua bendita era y es muy utilizada para bendecir el hogar, fundamentalmente por las noches con la íntima convicción de colocarlo bajo la protección de Dios.
Kerb:
Esta celebración es un homenaje al Santo Patrono de cada Colonia, que incluye oficios religiosos y fiestas populares. Son jornadas especiales en las que la comunidad abre sus puertas de par en par y reciben la llegada de visitas (previstas e imprevistas), creando un clima de reencuentro, fraternidad y de compartir una mesa abundantemente servidad con productos típicos.
Actualmente, se realiza el oficio religioso, seguido de un desfile de instituciones de las colonias, y luego se van desarrollando juegos, bailes y diversos espectáculos deportivos y sociales de los que participa toda la comunidad.
Celebración de la Navidad:
Como en todos los hogares cristianos, esta fecha era muy venerada, pero tenía una particularidad: la visita de dos personajes.
Uno de ellos, el Christkind (simbolizado por una muchacha vestida de hada, sacudiendo campanillas) que sometía a los niños a un examen de comportamiento y oraciones, luego del cual recompensaba con golosinas a los pequeños.
El otro, el Pelznikell (personaje oscuro, envuelto en un raído sobretodo y arrastrando una pesada cadena de tiro) quien acusaba a los niños de ciertas faltas (previamente informadas por los mayores).
La escena terminaba cuando el Christkind echaba del hogar al Pelznikell, y repartía las golosinas, distendiendo el clima que se había creado.
En algunos hogares, se sigue representando esta costumbre, en la que el Christkind es quien entrega los regalos de Navidad.
Celebración del Año Nuevo:
Luego de la despedida del año viejo, los niños tenían una costumbre muy singular: prepararse para "wünsche gehend", que consistía en visitar tíos, primos, abuelos y demás parientes para expresarles buenos augurios y felicidad para el Año Nuevo que se iniciaba. Los pequeños eran recompensados según la originalidad de sus dichos, y al cabo del día, ostentaban orgullosos los frutos del wünsche gehend.
Algunos hogares mantienen esta tradición, en cuanto los pequeños echan mano a todos sus recursos para caer en gracia a los mayores y llevarse una buena recaudación.
Salud:
Se regían por un libro de medicina del hogar, que iba pasando de generación en generación.
Entre los alemanes, aún se encuentran personas (con los conocimientos transmitidos por sus padres) que se dedican a "arreglar huesos". Esto incluye torceduras, estiramientos, etc.
También hoy se utiliza mucho un "wunderbalsam" (que antes lo preparaban ellos mismos), o bálsamo milagroso que ya se encuentra disponible en las farmacias. Este "wunderbalsam" alivia prácticamente todo, por lo que resulta casi infalible.
Matte kuie:
Los alemanes aprendieron rápidamente a tomar mate. Tan es así que dicha práctica quedó arraigada, y le fue otorgado un nombre: los del sur le dicen "kuie" y los del norte "zuckelle". Ellos "kuie matte" con o sin azúcar en terrón, o sea que primero colocaban un terrón de azúcar en la boca y luego lo tomaban.
Anécdota: el primer contacto de los alemanes con el ritual del mate debió ser sorpresivo. Un alemán recientemente emigrado a la Argentina, lo comentaba así: "Una vez en la colonia ... me convidaron con el primer mate. Yo creía que eso era tabaco y que debía fumarse en una pipa bastante diferente de las que usábamos en el Volga. Chupé fuerte, como es natural. Las consecuencias fueron una formidable neblina que produje con mi resoplido al sentir la quemazón. La gente se moría de risa. Para ellos, el mate ya había desalojado el té de China que tomábamos en Rusia".
Comidas:
Los Alemanes del Volga tienen una marcada predilección por los platos suculentos y su gastronomía se identifica con un variado menú.
La combinación de sabores agri-dulces es muy frecuente, como así también de harinas con repollo. Asimismo se destaca hoy en día el uso del "Saurkraut (chucrut) y los "SauerKummer" (pepinos encurtidos). En las despensas o sótanos de las casas más antiguas, nunca faltan "Wurts" y "Pluttwurts" (chorizo y morcilla negra), ni jamones y queso de chancho.
Mucho más que un acto alimentario, la comida sirve para comprender la cultura de una sociedad determinada.
Música:
"Sembraban, oraban, luchaban cantando", reza un pasaje de una antigua canción. Y así sigue en nuestros días, ya que cualquier acontecimiento es motivo para entonar viejas canciones. Los clubes de estas colonias, periódicamente realizan bailes, en los que es común que gran parte de la música esté compuesta por polkas, valses, etc. en alemán.
Fuente: taringa.net
Colonización planificada de alemanes bajo la regencia de Catalina II
Rusia contaba con enormes franjas de tierra fértil, despoblada y sin utilizar. Además, las guerras con Turquía a fines de siglo XVIII, extendieron enormemente el territorio ruso en el sur de Ucrania que apenas estaba habitado.
Para conseguir nuevos ingresos a la corona Catalina II promulgo un manifiesto el 22 de julio de 1763, en el cual se invitaba a todos los extranjeros dispuestos a ello a radicarse en Rusia.
Los principales puntos del manifiesto permitia a los extranjeros a radicarse donde mas les guste, en todos los distritos, donde cada uno prefiera, a seguir sin impedimentos, libremente su religión, según sus costumbres y ritos.
Ninguno de los colonizadores extranjeros que hayan llegado a Rusia deberán realizar contribución alguna, ni serán obligados a prestar ni simples ni extraordinarios servicios. (El que se radicaba en zonas deshabitadas gozaba de 30 años libres, en otras regiones se concedían de 4 a 10 años), ni pueden ser obligados, contra su voluntad a prestar servicio militar o civil en todo el tiempo de su estadía.
También es digno de mención que en cualquier momento se podía abandonar el imperio sin impedimentos.
El manifiesto de Alejandro I del 20 de febrero de 1804, ponía énfasis en atraer "inmigrantes" que podían servir de ejemplo agropecuario como buenos granjeros, viñateros, con conocimiento en plantaciones de moreras y otros árboles frutales, prácticos en la cría de ganado, pero sobre todo en el cuidado y cría de las mejores razas de ovejas; en fin, que tuviesen los mejores conocimientos para implantar una racional economía agropecuaria.
Razones para emigrar
Los prometidos privilegios de los zares, parecían sumamente tentadores, teniendo en cuenta las situaciones penosas y las carencias, sobre todo en la ciudad de Essen y en el sudoeste de Alemania: la guerra de los 7 años, guerras napoleónicas, ocupación y poderes extranjeros con opresión política y también bajo la tiranía de los propios príncipes, servicios militares y servidumbre para los príncipes y fuerzas extranjeras, (por ejemplo: venta de soldados a América).
Penurias económicas, malas cosechas, años de hambruna, rigurosa y muchas veces injusta administración, obstáculos para la libertad de culto.
Rutas migratorias
La gran colonización planificada de agricultores alemanes a Rusia comenzó en 1763 y termino en 1842. Algunas colonizaciones aisladas se establecieron aun hasta 1862.
A raíz del manifiesto de Catalina II comenzó (después de la guerra de los 7 años) una emigración en masa hacia Rusia, sobre todo desde las ciudades de Essen, Renania y Baden Würtemberg. El camino comenzaba por tierra hasta Lübeck y desde esa ciudad hasta san Petersburgo por vía fluvial.
Se continuaba hasta Moscú o desde el rió volga hasta Saratov, donde en áreas cerradas se fundaron 104 asentamientos.
Los colonizadores, mayormente, les daban los mismos nombres a sus nuevas comunidades que tenían sus aldeas o ciudades dejadas en la patria (por ejemplo: Sttutgart, Karlsruhe, Mannheim, Selz, Tiege, Tiegenhagen, Tonau, Lichtenau, Orloff, Bassel, Darmstadt, Marienthal, Rosenberg, Reinhart, etc.)
Se fundaron 181 colonias en total en la zona del Mar Negro, Besarabia y en el sur del caucaso.
Pasados los cien años de privilegios que Catalina II les había concedido, el zar Alejandro II comenzó en los años 1870 una política de rusificación para con los colonos alemanes, reduciendo su administración propia, imponiendo el idioma ruso, y obligándolos a prestar servicio militar, lo que duraba entre 5 a 7 años, entre otros. Finalmente, en 1876 quedó abrogada totalmente su autonomía.
El pánico cundió entre los colonos, hicieron reuniones y enviaron emisarios, primero a los Estados Unidos de Norteamérica, luego también al Brasil, para estudiar las posibilidades de inmigración en estos países. Los emisarios regresaron al Volga con buenas noticias, a lo que siguieron numerosos grupos de emigrantes, dirigiéndose hacia los mencionados países. Entre tanto, los que ya se habían establecido en el Brasil, pronto se dieron cuenta que este país no reunía las buenas condiciones para el cultivo del trigo. De allí llegó un grupo a Argentina para analizar sus condiciones de clima, de suelo y de inmigración. El Gobierno de este país ya había sido advertido del importante contingente de alemanes del Volga, que se dirigía hacia el Brasil, así como de sus características de buenos agricultores, e hizo todo lo posible para que éste sea llevado a la Argentina, valiéndose para ello de artimañas. No sólo lo logró, sino que muchos de los que se habían establecido ya en el Brasil, llegaron voluntariamente a Argentina, en busca de mejores tierras trigueras.
Los primeros colonos alemanes del Volga llegaron a fines de diciembre de 1877 a Buenos Aires.
Los que llegaron a la Argentina lo hicieron merced a una ley del entonces Presidente argentino Nicolás Avellaneda. La primera colonia se estableció en Hinojos, cerca de Olavarría, en la Provincia de Buenos Aires el 5 de enero de 1878, y otros lo hicieron en el departamento entrerriano de Diamante, el 24 de enero del mismo año, fundando General Alvear. Más tarde lo fueron haciendo en el resto de las provincias. La población total de descendientes de alemanes del Volga en la Argentina está estimada en algo más de 2.000.000 habitantes.
Alemanes en Coronel Suarez
El 15 de marzo de 1887, luego de entrevistarse con el Sr. Eduardo Casey (quien disponía de 300.000 ha. en un paraje denominado Sauce Corto), llegan a esta zona 58 familias procedentes las aldeas Kaminka, Hildmann, Dehler y Volmer de la gobernación de Saratow, colonización del Volga.
El sitio reservado a los extranjeros, se ubicaba en la ciudad de Cnel.Suárez, a la vera del Ferrocarril Sud.
Los inmigrantes decidieron fundar sus propias colonias, por lo que se distribuyeron de la siguiente manera:
* 24 familias de Kaminka, se alejaron 15 km. de Cnel.Suárez, fundando la colonia 3 o Pueblo Santa María, el 11 de mayo de 1887.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA KAMINKA (algunas de las cuales fundaron esta colonia):
Allerbon, Andes, Bahl, Baier, Beier, Baumgertner, Braun, Brandestein, Berger, Bendero, Bohn, Crenz, Dailof, Dihel, Dreser, Dumrauf, Fischer, Fogel, Fogelmann, Gette, Gettig, Grenz, Gertner, Gottfriedt, Hasper, Heim, Hecht, Horn, Kaul, Kuhn, Minnig, Müller, Naab, Patenhaiser, Reeb, Reser, Resch, Reppin, Roth, Rogel, Rohwein, Rolhaiser, Sack, Siebert, Siebenhart, Simon, Schaab, Schamberger, Scheffer, Schechtel, Schermer, Schmidt, Schneider, Schulmeister, Stadelmann, Stadler, Streitenberger, Stremel, Schwerdt, Schwindt, Treser, Urban, Walter, Weimann, Winer, Zwenger.
* 15 familias de Dehler y Volmar fundaron la colonia 2 o Pueblo San José, a 10 km. de Cnl.Suárez, un 13 de abril.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA WOLMAR:
Bailman, Beingart, Brost, Detzel, Dietrich, Distel, Dornes, Eberle, Feser, Gertner, Graff, Haberkorn, Hergenreder, Heim, Holmann, Kees, Klug, Kippes, Krieger, Kloperdanz, Lacher, loos, Lauer, Ostertag, Pailman, Platz, Recofski, Sauer, Sietz, Sieben, Siebert, Stang, Stegmann, Stadelmann, Schaab, Weingart, Waimaier.
ALDEA DEHLER:
Achemager, Buch, Diehz, Danderfer, Dumrauf, Forster, Freidenberger, Fuhr, Gunter, Guinder, Hammerschmidt, Hippedinger, Herpsommer, Kesler, Kiner, Klein, Koller, Kronberger, Martel, Masson, Minor, Novack, Opholz, Ostertag, Phillip, Pubilowsky, Raab, Redel, Riel, Rudel, Ruhl, Ruppei, Ruppel, Schab, Schell, Sieb, Schöenfeld, Schwab, Staldecke, Stoessel, Trauch, Wagner, Zwenger.
* 19 familias de Hildmann se ubicaron a sólo 5 km. de Cnel.Suárez, fundando la colonia 1 o Pueblo de la Santísima Trinidad.
FAMILIAS PROCEDENTES DE ALDEA HILDMANN:
Amrain, Dietrich, Diser, Duhel, Elsenbach, Gallinger, Gerling, Haas, Heit, Heiland, Heinrig, Herlein, Hubert, Kees, Kippes, Konrad, Müller, Quitlain, Trin, Waisbeck, Werbach, Wiabach.
Actualmente, las colonias tienen una población aproximada de 5.500 habitantes.
El dialecto alemán.
El dialecto franco-renano que hablan la mayoría de los alemanes de volga en Cnel.Suárez, tiene por características principales, aparte de ser perfectamente comprensible, la distinción de los diptongos, la deformación de algunas vocales, y principalmente, el enmudecimiento de la última sílaba de la palabra, la que así resulta indefinida y notoriamente nasal.
Este dialecto se nutre de vocablos franceses, incorporados por la vecindad del país. En su paso por Rusia, también incorporaron palabras, en su mayoría nombres de comidas.
A pesar de que el uso vernáculo ha venido sufriendo una progresiva restricción, sigue siendo empleado en los ámbitos de la familia y la amistad. A grandes rasgos, las preferencias del dialecto se ligan, sobre todo, a la edad y al entorno de su radicación.
Costumbres y Tradiciones.
Algunas de las costumbres de los primeros colonos, en su mayoría religiosas, han ido pasando de generación en generación, por lo que consideramos interesante explicar algunas, que ponen de manifiesto el inquebrantable espíritu de lucha y su fe en Dios.
Bendición de la sal:
En el día de la Stma. Trinidad se procedía a la bendición de la sal, que se guardaba para los días de tormenta, cuando era echada en el fuego encendido de la cocina a leña y el humo que emanaba de la chimenea se elevaba al cielo, protegiéndolos de las inclemencias del tiempo.
El mensaje de las campanas:
Como la fe regía la vida de los aldeanos, las campanas indicaban los momentos del día que debían ser dedicados a Dios.
También se acudía a las campanas para reunir a los vecinos para algún acontecimiento importante, y en casos de incendio, cuando se necesitaba a todos los vecinos para colaborar en la extinción del fuego.
Actualmente, las campanas todavía informan a los colonos los fallecimientos. Según el tañido, estas indicaba la edad del fallecido.
Bendición de los ramos.
Los ramos bendecidos el Domingo de Ramos son guardados con gran respeto en algún lugar trascendente del hogar. Sirve para protegerlos contra rayos e incendios.
Bendición de los frutos:
El domingo de Pascua, todos los productos que producían y obtenían de la tierra, eran consagrados al Señor como agradecimiento a los dones concedidos durante el año. En la actualidad, se puede ver el Domingo de Pascua a los fieles llevando al altar canastas con frutos para la bendición.
Bendición del agua:
El agua bendita era y es muy utilizada para bendecir el hogar, fundamentalmente por las noches con la íntima convicción de colocarlo bajo la protección de Dios.
Kerb:
Esta celebración es un homenaje al Santo Patrono de cada Colonia, que incluye oficios religiosos y fiestas populares. Son jornadas especiales en las que la comunidad abre sus puertas de par en par y reciben la llegada de visitas (previstas e imprevistas), creando un clima de reencuentro, fraternidad y de compartir una mesa abundantemente servidad con productos típicos.
Actualmente, se realiza el oficio religioso, seguido de un desfile de instituciones de las colonias, y luego se van desarrollando juegos, bailes y diversos espectáculos deportivos y sociales de los que participa toda la comunidad.
Celebración de la Navidad:
Como en todos los hogares cristianos, esta fecha era muy venerada, pero tenía una particularidad: la visita de dos personajes.
Uno de ellos, el Christkind (simbolizado por una muchacha vestida de hada, sacudiendo campanillas) que sometía a los niños a un examen de comportamiento y oraciones, luego del cual recompensaba con golosinas a los pequeños.
El otro, el Pelznikell (personaje oscuro, envuelto en un raído sobretodo y arrastrando una pesada cadena de tiro) quien acusaba a los niños de ciertas faltas (previamente informadas por los mayores).
La escena terminaba cuando el Christkind echaba del hogar al Pelznikell, y repartía las golosinas, distendiendo el clima que se había creado.
En algunos hogares, se sigue representando esta costumbre, en la que el Christkind es quien entrega los regalos de Navidad.
Celebración del Año Nuevo:
Luego de la despedida del año viejo, los niños tenían una costumbre muy singular: prepararse para "wünsche gehend", que consistía en visitar tíos, primos, abuelos y demás parientes para expresarles buenos augurios y felicidad para el Año Nuevo que se iniciaba. Los pequeños eran recompensados según la originalidad de sus dichos, y al cabo del día, ostentaban orgullosos los frutos del wünsche gehend.
Algunos hogares mantienen esta tradición, en cuanto los pequeños echan mano a todos sus recursos para caer en gracia a los mayores y llevarse una buena recaudación.
Salud:
Se regían por un libro de medicina del hogar, que iba pasando de generación en generación.
Entre los alemanes, aún se encuentran personas (con los conocimientos transmitidos por sus padres) que se dedican a "arreglar huesos". Esto incluye torceduras, estiramientos, etc.
También hoy se utiliza mucho un "wunderbalsam" (que antes lo preparaban ellos mismos), o bálsamo milagroso que ya se encuentra disponible en las farmacias. Este "wunderbalsam" alivia prácticamente todo, por lo que resulta casi infalible.
Matte kuie:
Los alemanes aprendieron rápidamente a tomar mate. Tan es así que dicha práctica quedó arraigada, y le fue otorgado un nombre: los del sur le dicen "kuie" y los del norte "zuckelle". Ellos "kuie matte" con o sin azúcar en terrón, o sea que primero colocaban un terrón de azúcar en la boca y luego lo tomaban.
Anécdota: el primer contacto de los alemanes con el ritual del mate debió ser sorpresivo. Un alemán recientemente emigrado a la Argentina, lo comentaba así: "Una vez en la colonia ... me convidaron con el primer mate. Yo creía que eso era tabaco y que debía fumarse en una pipa bastante diferente de las que usábamos en el Volga. Chupé fuerte, como es natural. Las consecuencias fueron una formidable neblina que produje con mi resoplido al sentir la quemazón. La gente se moría de risa. Para ellos, el mate ya había desalojado el té de China que tomábamos en Rusia".
Comidas:
Los Alemanes del Volga tienen una marcada predilección por los platos suculentos y su gastronomía se identifica con un variado menú.
La combinación de sabores agri-dulces es muy frecuente, como así también de harinas con repollo. Asimismo se destaca hoy en día el uso del "Saurkraut (chucrut) y los "SauerKummer" (pepinos encurtidos). En las despensas o sótanos de las casas más antiguas, nunca faltan "Wurts" y "Pluttwurts" (chorizo y morcilla negra), ni jamones y queso de chancho.
Mucho más que un acto alimentario, la comida sirve para comprender la cultura de una sociedad determinada.
Música:
"Sembraban, oraban, luchaban cantando", reza un pasaje de una antigua canción. Y así sigue en nuestros días, ya que cualquier acontecimiento es motivo para entonar viejas canciones. Los clubes de estas colonias, periódicamente realizan bailes, en los que es común que gran parte de la música esté compuesta por polkas, valses, etc. en alemán.
Fuente: taringa.net
Hola Gonzalo, gracias por la informacion. Soy Rosana vivo aca en Villa y buscando informacion que le pidieron en el cole a mi nena para el arbol genealogico, me encontre con tu pagina. Te cuento que mi mamá es de apellido Sieben y es nacida en Coronel Suarez en una de las colonias. Muchas gracias nuevamente por la informacion.
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