Sabemos que cuando existe presión arterial elevada es fundamental controlar la ingesta de sodio, sin embargo, si tienes hipertensión arterial, no descuides la ingesta de potasio, un mineral que se encuentra estrechamente vinculado a la función del sodio en el organismo.
Potasio y sodio cumplen funciones complementarias, por eso, un déficit de potasio asociado a un exceso de sodio puede dar lugar a hipertensión arterial.
El consumo elevado de sodio se asocia a mayor presión arterial, mientras que el consumo elevado de potasio se asocia a hipotensión arterial, debido a que éste último mineral interviene en la excreción urinaria de sodio, por lo que un déficit en su ingesta favorece la retención de sodio en el organismo y conduce así, al incremento de la presión sanguínea.
Al retener sodio también se elimina más potasio, lo cual acentúa el cuadro, por ello si tienes hipertensión arterial, no descuides el consumo de potasio, que debe ser de 3500 mg por día o más para prevenir presión arterial elevada.
Cabe aclarar que el potasio ingerido en estas cantidades previene la hipertensión inducida por elevado consumo de sodio, y el déficit de potasio favorece el desarrollo de la enfermedad sólo si se lleva una dieta con alto contenido en sodio, algo que en la actualidad es muy frecuente.
Fuente: vitonica.com
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