Subir el precio de los cigarrillos reduce el consumo y disminuye las muertes por tabaquismo.
Por cada 10% de incremento del coste de una cajetilla, la demanda baja un 4%. Sobre todo en los jóvenes y los ancianos, que son los que más dificultades tienen para llegar a fin de mes.
Así lo pone de manifiesto el bianual 'Informe Sespas 2010', que la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria ha presentado esta mañana. El trabajo, elaborado por 56 expertos de distintos ámbitos, señala que la salud no mejora sólo cuando se construyen más hospitales y se recetan más fármacos, sino cuando se tienen en cuenta elementos sociales como las condiciones de vida y de trabajo, la educación, la vivienda, el cambio climático, los buenos hábitos y, también, el precio de las cosas.
Esta sociedad científica (que agrupa a más de 3.600 profesionales) apuesta, por tanto, por las políticas fiscales como instrumento para mejorar la salud. "Un progresivo aumento del impuesto mínimo sobre cigarrillos y picadura para liar va a evitar que los jóvenes se inicien en el consumo y se conviertan en adictos al tabaco", ha defendido esta mañana la epidemióloga Vicenta Escribà-Agüir, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Generalitat Valenciana y coeditora del informe.
Lo ha explicado también a ELMUNDO.es el presidente de Sespas, el también epidemiólogo Andreu Segura: "Está comprobado que subir los impuestos del tabaco reduce la mortalidad a largo plazo. La población más vulnerable reduce su consumo: los jóvenes, porque tienen menos dinero, y los mayores, porque prefieren dedicarlo a otras cosas".
La política fiscal, un instrumento efectivo
Sespas se basa en un trabajo que dice que la política fiscal es "el instrumento más efectivo en la prevención del tabaquismo". "De hecho, algunos autores consideran que el importante descenso en la prevalencia de fumadores en EEUU se debe a los impuestos", añade. Así, según un trabajo realizado en 2003 por Craig Gallet y John A. List, por cada aumento de precios del 10% se produce un descenso de la demanda del 4%.
Esta tesis es igualmente defendida por otro estudio que se ha conocido hoy y que ha sido elaborado en los 27 países de la UE, con la colaboración, en España, del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
El coautor del estudio y jefe de la Unidad de Control del Tabaquismo del ICO, Esteve Fernández Muñoz, ha explicado a Europa Press que en países como Reino Unido, Irlanda, Malta y Suecia, que adoptan más medidas de control del tabaquismo, la prevalencia del consumo y de la exposición al humo del tabaco son "relativamente bajas".
Por contra, en países donde hay menos medidas de control, como Alemania, Luxemburgo o Grecia, la prevalencia es mayor.
España está situado en el grupo de países que más medidas de control aplican, aunque puntúa bajo en aspectos como el precio: la cajetilla vale en torno a cuatro euros, el doble de lo que cuesta en el Reino Unido o en Irlanda.
"Está demostrado que el aumento del precio del tabaco es la medida más eficaz de control del tabaquismo, en relación a otras acciones, como, por ejemplo, los tratamientos para dejar de fumar", ha asegurado Fernández.
Fuente: elmundo.es
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