1) Si es verde e intenso es bueno.
FALSO:
El color verde de la oliva y el fuerte olor a aceitunas no son
parámetros que se deben tener en cuenta para evaluar la calidad del
producto. El aceite de oliva debe tener un color que varíe ente el
amarillento y verde, y su gusto debe ser frutado y preferentemente
amago, picante. La calidad del aceite de oliva depende de varios
factores que podrían resumirse en tres puntos principales: la calidad de
la aceituna que llega a la fábrica, el proceso de extracción en sí
mismo y la conservación posterior a su extracción.
2) Añejado suma facultades.
FALSO:
Cuanto más nuevo, mejor. El proceso de envejecimiento de un aceite de
oliva se inicia en el mismo momento en que se obtiene, y con él se van
perdiendo paulatinamente sus cualidades organolépticas y también algunas
cualidades nutricionales relacionadas con sus componentes menores.
3) No sirve para freír.
FALSO.
El aceite de oliva no sólo sirve para freír, sino que es más
conveniente Su estabilidad a altas temperaturas es mayor que la de
muchos aceites por lo que le permite mantener su calidad nutritiva La
fritura con aceite de oliva permite la obtención de alimentos con una
composición más equilibrada en ácidos grasos.
4) Se debe conservar en envases transparentes.
FALSO.
Por lo general el aceite de oliva se ofrece en botellas transparentes,
cuando en realidad éstas deberían ser opacas para evitar o retardar el
proceso de oxidación natural que genera la luz. En lo que respecta a la
temperatura, debe conservarse en un lugar fresco a una temperatura
moderada y constante, entre los 15 y los 20 grados.
5) El virgen, solo para ensalada.
FALSO:
Existe la creencia de que los aceites vírgenes, al ser más aromáticos
que los refinados, se deben usar solo para aliñar en crudo. Pero por su
origen y procesamiento, tienen más cuerpo y sabor y se pueden utilizar
para frituras y procesos de cocción ya que se degradan mucho menos con
el calor y sus sabores y aromas mejoran el resultado final.
¿Sabías que...?
*
La importancia de consumir aceites vegetales se debe, en gran
parte, a que son una valiosa fuente de grasas indispensables para
nuestro organismo, de algunos tipos de vitaminas como por ejemplo la E y
otros compuestos benéficos para la salud.
* Los aceites
vegetales presentan una composición variada dependiendo de su origen,
siendo el aceite de oliva, y principalmente el extra virgen, uno de los
más interesantes no sólo por su perfil nutricional sino también por su
distintivo sabor.
* El aceite de oliva virgen es aquel
obtenido exclusivamente por procedimientos que no lo alteran, partiendo
de aceitunas sanas recién recolectadas en su punto óptimo de maduración.
* Es 100% natural, ya que no posee agregado de aditivos ni conservantes.
* El aceite de oliva es amigo del corazón y de tu salud:
el aceite de oliva aporta predominantemente ácidos grasos
monoinsaturados que actúan sobre el metabolismo de las grasas, ayudando a
proteger al corazón y los vasos sanguíneos.
Su consumo regular, en el contexto de una
variada, puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular por su
contenido en omega 9, disminuyendo tanto el colesterol total como el LDL
(conocido como colesterol malo) y sin modificar los niveles de HDL
(conocido como colesterol bueno).
También hay componentes menores como los polifenoles, que han demostraron, tener propiedades antioxidantes.
* El aceite de oliva tiene diferentes usos culinarios:
puede ser un clásico aderezo para ensaladas, formar parte de una
preparación o ser usado para freír. También se lo puede utilizar como
reemplazo de los condimentos grasos, como mayonesa o manteca. Además, un
chorrito de aceite de oliva extra virgen en el pan de un sándwich, no
solamente le da sabor, sino también un extra de ácidos grasos
monoinsaturadas.
Fuente: entremujeres.com
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