No hay caso, en las últimas 3
temporadas fue un calvario para los viñateros conseguir gente para la
cosecha y esta vez no parece ser mejor: estiman desde el sector que de
los 7.000 cosechadores que por vendimia se utilizan a para levantar la
uva, al menos faltan 1.500.
Esto genera que las cuadrillas demoren más
para cumplir la tarea y los costos de mano de obra se incrementen. Por
otra parte y en virtud de que la oferta laboral en la provincia se
amplió a otros rubros -la minería acaparó interés por los buenos
sueldos-, dicen que la paga para un gamelero quedó retrasada, si se la
compara con otras actividades.
Buena parte de las razones por
la que faltan cosechadores -explican las entidades viñateras-, se las
atribuyen a la influencia de los planes sociales -principalmente la
Asignación Universal por Hijo-, que si bien desde la vendimia pasada la
Nación aclaró que no perderán el beneficio si son contratados, de igual
manera todavía son reticentes a la hora de ser convocados por los
cuadrilleros o por los mismos productores. Para esto último, el Gobierno
provincial adelantó que ‘’muy pronto’’ saldrá al ruedo con una campaña
en los medios para informar a los cosechadores que por estar ‘’en
blanco’’ no perderán el plan social (ver aparte).
‘’Es todo un tema reclutar
gente. Están los que tienen la Asignación y tienen miedo, pero también
están los que no les conforma la paga. En San Juan uno consigue gente,
pero digamos que no son de los más guapos. Por eso muchas veces uno
trata de captar al que viene del Norte porque es gente muy trabajadora y
viene a hacer su ‘veranito’ con la cosecha’’, explicó Miguel Sánchez
(58), encargado de una cuadrilla y que, según dijo, tiene 25 años de
experiencia.
En cuanto a la paga, si la finca no tiene malezas y se
trata de uvas comunes, ya adelantaron que en esta campaña un cosechador
que trabaje a buen ritmo podrá ‘levantarse’ unos 180 a 210 pesos
diarios; que para el caso de las uvas finas se acota a 160. Por otra
parte, otro cuadrillero comentó por lo bajo que las nuevas normas para
transportar la gente también influyó, porque ahora no les permiten que
sea en camión (imagen muy propia de la época de vendimia), sino que les
exigen por seguridad que el traslado sea en un colectivo.
Los problemas que trae
‘’La
uva, cuando está no espera, hay que sacarla como sea‘, había graficado
hace un tiempo Sergio Moraviera desde la bodega Santa Sylvia. Éste es un
punto clave debido a que sí o sí cuando llega el momento de cosechar,
hay empresarios que llegan a pagar fortunas con tal de garantizarse que
la uva llegue a las bodegas en tiempo y forma.
‘’Nos preocupa que cueste
conseguir gente, porque cuando la oferta es poca, la mano de obra se
encarece y las uvas comunes a 95 centavos el kilo no nos permite tener
demasiado margen’’, explicó esta semana el presidente de la Federación
de Viñateros, Alejandro Pons. A todo esto, se le suma que es costumbre
de los cosechadores los lunes no trabajar, por lo que complica aún más
el panorama.
Fuente: Diario De Cuyo
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