Un estudio reveló que ese cambio es “clínicamente significativo” en quienes buscan adelgazar. Adultos muy obesos pueden ingerir por lo menos 280 calorías líquidas por día totalmente evitables
Cambiar la bebida gaseosa preferida por agua, o por lo menos por la versión dietética, ayuda a adelgazar algunos kilos.
En un ensayo, un equipo dividió al azar a 318 adultos con sobrepeso en
tres grupos: uno sustituyó las bebidas dulces por agua; otro las
reemplazó con versiones dietéticas, y otro recibió orientación para
adelgazar y modificó la alimentación a voluntad.
A los seis meses, los tres grupos habían adelgazado en promedio entre
1,8 y 2,2 kilogramos. Pero los dos grupos que habían dejado de consumir
bebidas dulces tendieron a adelgazar por lo menos el 5% del peso
inicial (un 20 frente a un 11% del grupo de control).
Ese cambio es “clínicamente significativo”, es decir que mejora la salud al, por ejemplo, reducir la presión, explicó la autora principal Deborah F. Tate, de la University of North Carolina, en Chapel Hill.
“Este es un cambio simple que se puede sostener día a día”, dijo Tate a Reuters Health.
Los participantes adelgazaron alrededor del 2 por ciento de su peso
corporal. Y aunque no parece demasiado, para los autores es un cambio en
la dirección correcta. “Sería un buen primer paso”, dijo Tate.
Después de acostumbrarse a consumir bebidas sin calorías, la persona puede sumar otros cambios alimentarios. Los resultados publicados en American Journal of Clinical Nutrition surgen de adultos muy obesos que ingerían por lo menos 280 calorías líquidas por día (sin incluir la leche).
Los tres grupos tuvieron reuniones mensuales y utilizaron un sitio en
internet de orientación. A los seis meses, el descenso de peso en los
tres grupos era similar. Sin embargo, la reducción del azúcar
en sangre y la presión fue mayor en el grupo que había consumido agua
que en el que había tomado bebidas dietéticas.
Tate dijo que se desconoce la causa de esa diferencia, pero explicó
que el grupo que había bebido agua tenía una mejor hidratación, lo que
explicaría la reducción de la presión. “El agua también es mejor (que
las bebidas dietéticas) por otros motivos”, dijo Tate, aunque admitió
que las versiones dietéticas de las bebidas favoritas son una opción de
largo plazo que se puede sostener con más facilidad.
Fuente: Reuters
No hay comentarios:
Publicar un comentario