El desayuno es la primer comida del día y de allí su gran
importancia para lograr una dieta que afecte positivamente la salud.
Sabemos que debe ser la comida más grande en nuestra jornada pero
además, debemos cuidar su calidad, por eso hoy decidimos analizar qué nutrientes deben componer un saludable desayuno.
Los hidratos en el desayuno
Si nos referimos a los hidratos que deben componer un saludable desayuno, sin duda debemos referirnos a los hidratos complejos que deben proporcionar la mayor parte de las calorías de esta comida, pues debemos cuidar el equilibrio de nutrientes de la misma.
Además, los hidratos complejos que pueden ser provistos por muesli,
avena o cereales integrales, tostadas o pan integral así como frutas y/o
verduras, reducirán el índice glucémico de esta comida, favoreciendo mayor tiempo de saciedad que nos ayudará a controlar el hambre durante el resto del día.
Entonces, para un desayuno saludable, la mayor parte de los hidratos deben provenir de aquellos cereales o harinas integrales y derivados,
mientras que podemos añadir un poco de dulce, azúcares o quizá frutas
deshidratadas que brindan hidratos simples; siempre sin excedernos en su
cantidad.
Las proteínas en el desayuno
Otro nutriente que debe componer un desayuno saludable son
las proteínas, que nos ayudarán a obtener mayor saciedad al mismo tiempo
que nos ofrecen aminoácidos de calidad al organismo.
Las mismas deben ser en lo posible magras y pueden derivar de
lácteos desnatados (yogur, leche, queso o requesón), o bien del huevo o
carnes magras, por ejemplo: pan integral con huevo duro o pechuga de
pavo o bien, leche o yogur con cereales o muesli.
Las proteínas cumplirán sobre todo, la función de saciarnos y
de ofrecer lo necesario para construir o reparar estructuras en el
cuerpo, y en lo posible, deben ser de alto valor biológico y de buena
calidad nutricional, por eso es mejor que sean magras y de origen
animal.
Las grasas en el desayuno
Las grasas son el otro macronutriente que no puede faltar en
una comida equilibrada y saludable, pues en el desayuno tampoco pueden
estar ausentes para cumplir su principal función de aportar energía a la
principal comida del día.
Las grasas que deben componer un desayuno saludable deben ser en lo posible de buena calidad nutricional, por ello es mejor limitar productos de bollería, frituras y galletas
colmadas de grasas trans y priorizar fuentes de grasas buenas como el
aceite de oliva o aguacate que puede cubrir una tostada, o bien, las
frutas secas y semillas que podemos añadir a un yogur o leche.
Un desayuno saludable debe aportar la mayor parte de las
calorías del día y éstas deben provenir de buenos nutrientes para
saciarnos, ofrecernos energía y todo aquello necesario para que nuestro
organismo funcione correctamente.
Fuente: vitonica.com
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