lunes, 20 de febrero de 2012

"El argentino es muy básico y tiene un paladar infantil"

“El argentino es muy básico, tiene un menú muy chico en términos generales. ¿Cambiarlo? No. Si vos te casás y te llevás bien con tu mujer, ¿por qué te vas a divorciar? Esta es la misma historia”, sentencia Fernando Vidal Buzzi.

Dime qué comes y te diré qué tipo de paladar tienes, podría concluirse después de compartir un rato de charla sabrosa con cuatro referentes en el mundo de la gastronomía, reunidos por PERFIL para analizar las costumbres de los argentinos cuando salen a comer afuera.

“Los ingredientes que se usan acá son muy limitados. El argentino tiene un paladar infantil: no come picante, le gusta el dulce, es todo muy sencillo, la carne a la parrilla y poca verdura; el sushi en Buenos Aires se limita al salmón con queso Filadelfia”, resume Guy Nevo, uno de los fundadores de la Guía Oleo. Comparte esta idea el periodista gastronómico Pietro Sorba: “Es histórico esto. Se come, además, poco pescado y eligen la pasta fresca a la pasta seca. Está radicado en la idiosincrasia de los porteños. La adoración por lo dulce viene desde la época colonial.”

Alicia Delgado, con más de treinta años dedicados a analizar los restaurantes del país aporta su experiencia: “El sabor porteño es franco, ya que quiere encontrar el sabor que el menú le dice sobre el plato; es decir que si le dicen “espinacas a la crema” quiere encontrar el gusto a la espinaca”

Vidal Buzzi se suma y afirma que “el argentino es carnívoro y le gusta la comida tradicional. Los que eligen platos modernos son una porción pequeña de la gran masa, que es feliz con la cocina sencilla, que por cierto es muy rica. En los últimos años empezó a haber una sofisticación, y la gente dice “fui a cenar y me comí unas papas fritas cuadriculadas buenísimas”; pero es la misma papa de siempre.”

Con respecto a qué factores importan a la hora de determinar que un restaurante es bueno, Pietro Sorba explica: “Lo que más tengo en cuenta es la comida, que es la expresión genuina de la bondad de un restaurante. Después viene el resto. Ahora, si voy a un lugar que me cobra quince pesos el cubierto me pongo más minucioso. Analizo el servicio, el ambiente, la puesta, los utensilios, la carta de vinos, la mantelería, la atención. Tiene que estar todo impecable”.

Vidal Buzzi agrega: “Cuando uno entra a un restaurante tiene una especie de shock. Yo lo primero que veo es la limpieza y el servicio que da el mozo, porque a veces el menú tiene buena información, pero otras veces es una lágrima”. En este sentido, Guy Nevo comparte el registro de quienes visitan la Guía Oleo. “La  palabra más popular en la guía es abundante, porque si la gente paga y le dan un plato chico, no vuelve. La gente quiere salir sintiendo que recibió algo que valía lo que pagó ”.

Pietro Sorba cuestiona que en el país de la carne, es difícil encontrar un restaurante que la sirva en su punto justo. “Tres personas piden un bife al mismo punto, pero a cada uno le llega de manera diferente. El ochenta por ciento de los restaurantes no saca la carne en el punto que se pide.” Sin embargo, Vidal Buzzi asegura que “cuando pedís un bife lo primero que tenés que hacer es cortarlo y mirar cómo está en el centro, vas a ver que está más colorado que hace cinco años”.

Si bien por una cuestión profesional ninguno puede revelar cuál es su restaurante preferido, todos reconocen que les gusta cocinar y disfrutar de una buena comida. “Si no cocináramos no podríamos hacer este trabajo”, aclara Sorba. “Yo cocino lo que me gusta, lo que veo en la tele, lo que me piden mis hijos. En verano, mi plato preferido es el gazpacho. Es fresco, rico, es saludable, me encanta”, confiesa Delgado. Vidal Buzzi explica que de acuerdo al espíritu del día selecciona lo que quiere comer. “Todo depende de mi estado de ánimo –aclara–. Hay días en que prefiero comer caviar y otros, una buena milanesa con papas fritas”.

Fuente: perfil.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina