martes, 6 de octubre de 2009

Los 10 vinos argentinos mas vendios en China

La relación comercial entre la Argentina y China, desde el punto de vista de las exportaciones, está absolutamente “commoditizada”. En efecto, 9 de cada 10 dólares que el país le vende al gigante asiático se concentran en apenas tres productos: aceite, porotos de soja y combustibles, según datos de la consultora Abeceb.com. Este nivel de concentración en materias primas, que se consolida año tras año, va en contra del continuo pedido del Gobierno argentino a las autoridades chinas para que se avance en la adquisición de bienes con mayor valor agregado.

En este contexto donde las exportaciones dependen de manera marcada de la oleaginosa, hay otros nichos de negocios que buscan despegar en ese mercado asiático y que le generan a la Argentina beneficios extras, más allá de la cotización diaria de la soja.

Un claro ejemplo es el vino, que además de ser un producto manufacturado que produce un “efecto derrame” en las economías regionales, también contribuye en el posicionamiento de la imagen de marca país en un mercado estratégico como es el chino.

Actualmente, para las bodegas argentinas, este país ocupa el puesto número 22 en importancia.

Analizando por tipo de producto, según datos de la consultora Caucasia Wine Thinking, se destaca que, mientras las exportaciones de variedades genéricas, como el vino a granel, se desplomaron un 92% durante los primeros siete meses del año, en comparación con el mismo período de 2008, las colocaciones de vino fraccionado en botella no sufrieron el mismo impacto, ya que apenas se contrajeron por debajo del 8 por ciento.

Exequiel Barros, director de la consultora, destacó que “si se analizan los volúmenes de exportaciones, la base es todavía muy baja como para ver reales tendencias de crecimiento y posicionamiento en el mercado”.

Sin embargo, cada vez son más las bodegas argentinas que le ponen fichas a este mercado asiatico.

En el marco de un workshop organizado por Wines of Argentina y que tuvo lugar la semana pasada en Mendoza –donde se analizaron las tendencias de los mercados internacionales y se trabajó sobre la estrategia de la institución para 2010-, varios especialistas consultados coincidieron en el gran potencial del gigante asiático.

En diálogo con este medio, Mario Giordano, gerente de Wines of Argentina, destacó que “China no está creciendo a los niveles que venía exhibiendo en los últimos años pero igual sigue adelante, con tasas superiores al 5 por ciento”.

De este modo, “hay que seguir enfocando gran parte de los cañones hacia ese mercado. Nosotros, desde WOFA desde hace cinco años que estamos trabajando con diversas actividades. Nunca hay que abandonarlo porque consideramos que es un destino que va a tener una vigencia importante de acá a cinco años”, proyectó Giordano.

Y si bien prefirió la cautela al afirmar que “todavía es muy prematuro prever si va a estar entre los principales mercados de la Argentina", sí destacó que "China es un fenómeno que todavía está lejos de detenerse”.

Educar al paladar chino, la apuesta de Wines of Argentina

En este contexto, la principal característica que destacan los especialistas es que la cultura del vino aún no se instaló en ese mercado y que esos paladares están lejos, por el momento, de alcanzar un alto nivel de sofisticación.

“Salvo en las ciudades chinas más cosmopolitas, donde buena parte del consumo se genera a partir de gente que está de paso por negocios o está instalada pero es de otro origen, los chinos no tienen una gran cultura vínica”, explicó Barros.

En el marco del evento, que también contó con la coordinación de la consultora Area del Vino, este medio dialogó con Andrés Belinsky, gerente de exportaciones de Terrazas de los Andes, quien sostuvo que si bien “el potencial de China es enorme, también es una incógnita porque los consumidores actuales, por ahora, son aquellas personas que más se han acercado a costumbres occidentales, como los ejecutivos y hombres de negocios, que han podido viajar e imitan ese estilo. La clave está en ver cómo trascendemos ese nicho para llegar a la clase media y media alta, que son quienes pueden reemplazar el consumo de bebidas locales por vinos”.

Al respecto, Giordano agregó que “a China hay que educarla, porque en general no consume mucho vino y lo que consume es de un segmento muy barato”.

De este modo, aseguró que “la estrategia que tenemos nosotros -y es un poco lo que hace Francia- es traer a la Argentina a estudiar a los principales sommeliers chinos”.

En efecto, Wines of Argentina fue sponsor del último concurso que galardonó al mejor sommelier de ese país asiático y distinguió a quienes se adjudicaron el primer y segundo puesto con un viaje a Mendoza, previsto para el primer trimestre de 2010.

“Hay que entrar por el lado de la educación, dar seminarios. Esta es la manera de ingresar a un mercado complicado por el desconocimiento y por el idioma”, destacó Giordano.

Quién es quién en China
A la hora de analizar la performance de las bodegas argentinas en China, la más destacada es Terrazas de los Andes.

Según datos de Area del Vino, entre enero y agosto de este año, los vinos más exportados a ese país (en dólares) fueron el varietal Terrazas y el Terrazas Reserva. Además, lograron posicionar en el décimo lugar al Afincado, el vino premium de la compañía.

La bodega está ubicada en Luján de Cuyo y es parte del grupo Moët Hennessy Wine Estates, en el que también se incluyen Cloudy Bay, Green Point, Domaine Chandon, Bodegas Chandon y Newton Vineyard.

Según Belinsky, “la ventaja de nosotros a la hora de entrar a China es que podemos aprovechar la estructura que posee la filial. Esto es importante porque es complicado tener un importador en ese país que ofrezca confianza y cumpla lo que promete”.

Sin embargo, el directivo destacó que “nosotros nos presentamos como Terrazas, no usamos a Chandon como parte de la comunicación. Esto al consumidor no le llega. Apostamos a que nos reconozcan como productores de vino argentino, de calidad, con el Malbec como insignia”.

Otro de los grandes jugadores es Finca El Origen, perteneciente a la compañía de capitales chilenos Santa Carolina. Actualmente producen 1 millón de litros. De ese total, exportan el 90% y su principal destino es EE.UU.

Sin embargo, Christian Magnenat, export manager de la compañía, destacó que “China está entre los tres primeros destinos a los que vendemos”.

En la misma línea, Gonzalo Bertelsen, managing director de la bodega, explicó que “mercados como China y Corea están duplicando la demanda. Hace dos o tres años vendíamos al gigante asiático unas 2.000 cajas. Hoy estamos exportándoles unas 8.000 cajas anuales. Realmente se está convirtiendo en un destino importantísimo”.

Ante esto, Magnenat destacó que, si bien ese mercado hoy es una realidad que tracciona los negocios de la empresa, “todavía es un misterio y para nosotros aún es una apuesta a largo plazo”.

Perspectivas positivas, visión mesurada

A modo de conclusión, para Barros, “China es visto por la industria vitivinícola como un mercado potencial por lo que implica su nivel de población y desarrollo económico, pero que todavía está muy ´verde´. Los resultados de una estrategia intensiva de captación de mercado serían a largo plazo”.

Por su parte, Belinsky destacó que “hay que trabajar mucho” y competir contra países que ya han ganado una buena porción del terreno, como Chile.
Al respecto, explicó que “ellos tienen los tratados de libre comercio, que los hace más competitivos y es un factor que termina siendo determinante para los vinos de precio medio y bajo. Las rentabilidades son finitas y los aranceles pueden terminar sacando a algunos jugadores del mercado”.

Para el directivo, “China es muy interesante pero no hay que pensar que de acá a tres años vaya a ser el principal destino para la Argentina. Sin embargo hay que avanzar, porque además de Shanghai y Beijing, tenés medio centenar de ciudades con 4 o 5 millones de habitantes. Entonces, es mucho lo que se puede ir haciendo”.

Fuente: periodismo.com

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