Llega "Vinos de la Patagonia"

Por Joaquin Hidalgo

Unas cien etiquetas estarán disponibles para su degustación en un ambiente distendido.

Hay sólo tres formas de conocer una región productora de vinos: viajando por ella, probando sus etiquetas en catas o comparándola con otras para resaltar sus contrastes. Sin dudas viajar es la más atractiva. ¿Pero qué pasa cuando el número de bodegas crece y no basta ya con un paseo dominical?

Eso es exactamente lo que sucede hoy en la Patagonia. Si hasta hace cinco años un fin de semana en El Chañar o el Alto Valle alcanzaba para tomar la fotografía de los vinos de la región, la cantidad y diversidad de las bodegas hoy hace que una exposición de sus productos ayude en la tarea de conocer.

El jueves 29 quedará oficialmente inaugurada Vinos de la Patagonia, la segunda edición de la feria vitivinícola de la región, que este año congregó a 13 bodegas, con nuevos participantes respecto al año anterior . Será una excelente oportunidad para hacerse una idea de qué ofrece el sur a sus consumidores, ya que se podrá probar un buen número de las etiquetas que se producen en la región.

El evento tendrá lugar en la Sala Tromen del Espacio Duam, de la capital neuquina, y estará abierto al público el viernes 30 y sábado 31, de 19 a 00 horas. La entrada general cuesta 35 pesos e incluye una copa de degustación y el catálogo de la muestra. Las entradas se consiguen en la puerta y del monto total, $5 serán destinados a la Cruzada Patagónica como acción de beneficencia.

Consejos para visitar la expo

Las ferias de vinos tienen sus trucos. Comparándola con una de ropa, por ejemplo, aquí no hay mucho que ver. Más bien hay que probar. Y si se quiere sacarle verdadero provecho probar reclama disciplina y método.

Lo primero que hay que saber es que la resignación es parte del oficio de aficionado al vino. Una cuenta sencilla del uso del tiempo lo demuestra: si habrá unas 100 etiquetas, a unos 5 minutos por vino, entre que la sirven, la degustamos (escupimos) y juzgamos, necesitamos una jornada completa de ocho horas para referenciarlas a todas. Un día laboral sin contar breaks, ni conversaciones, ni los minutos que se le dedique a escuchar las bandas en vivo o picar un bocadito en el restaurante.

Así es que el mejor consejo es enfocarse. Poner el acento en conocer aquellas bodegas que no nos suenan, cono Chacras del Sol, Pirri o Don Omar, y dejar para el final los vinos que nos gustan, cuando no haya ni ganas ni energía ni concentración posibles.

El foco también puede estar puesto en una gama de precio o en una o dos variedades. Por ejemplo, en catar todos los Pinot Noir de una región que se especializa en la variedad. Esa puede ser una buena idea. Lo mismo que los Sauvignon y Chardonnays, que serán los ideales para el verano que espera en puerta.

Con eso, la fotografía de la región es posible de hacer en unas pocas horas. Y si además se asiste los dos días incluso se puede hacer la postal completa de la Patagonia. Sólo así se le saca verdadero provecho a una feria que es importante para las bodegas de la zona, pero mucho más para sus consumidores, que podrán acercarse a ellas y saber qué sabor tiene el futuro de los vinos locales.

Bodegas exponen sus vinos

Participan de la muestra las siguientes casas patagónicas: el centenario Establecimiento Humberto Canale, Charcas del Sol, Bodega Museo La Falda, Establecimiento Gerome Marotea, Bodega Universo Austral, Familia Schroeder, Bodegas Grittini, Bodega Del Fin del Mundo, Bodega NQN, Bodega Patritti, Finca Don Omar, Bodega Del Desierto y Bodega Pirri.

Actividades paralelas

No todo es vino en la exposición. Además de los ámbitos para la cata y el disfrute de la buena bebida, habrá música en vivo –detalle fundamental para hacer del espacio algo ameno-; maridajes varios; concurso Mejor Pinor Noir de la Patagonia y degustación de los vinos premiados; sorteos; turismo vitivinícola, proyección de paisajes y un restaurante.

Fuente: lmneuquen.com.ar