viernes, 2 de octubre de 2009

Buena nutrición de la madre previene enfermedades crónicas en hijos

Un especialista aseguró que la mala alimentación materna y la desnutrición temprana del bebé en gestación determinan enfermedades crónicas en la edad adulta

"La nutrición y el desarrollo deficientes en las niñas y mujeres jóvenes son la causa de la elevada prevalencia de mortalidad cardiovascular en la generación siguiente", dijo el investigador británico y especialista en nutrición David Barker en diálogo con Télam.

Barker está en Buenos Aires para el lanzamiento de su libro Impacto del crecimiento y desarrollo temprano sobre la salud y el bienestar de la población, publicado en colaboración con Ricardo Uauy y Esteban Carmuega.

"Nuestro libro es un intento de afirmar que sabemos lo que constituye una buena dieta, lo que no sabemos es cómo hacer para que las madres y las niñas se alimenten bien”, planteó.

"La abundancia de alimentos no implica la provisión de buenos alimentos; es abundancia de energía pero no necesariamente de vitaminas y minerales", estableció Barker.

En "Estados Unidos hay demasiada comida mala, no demasiada comida buena; los gordos -y petisos- son los pobres, y los profesores de la Universidad de Harvard son flacos y altos".

"En Oregon, donde vivo algunas épocas del año, hay alta mortalidad por diabetes entre los mexicanos”, enfatizó.

Los que peor se alimentan en los Estados Unidos "son las poblaciones originarias que están en reservas, y engordan; y vemos a hombres y mujeres cuyos riñones han dejado de funcionar a los 25 años" a causa de la diabetes.

Barker indicó que "la gente debe saber que para proteger nuestra próxima generación de enfermedades físicas y mentales necesitamos proteger la alimentación de esta generación de niñas y mujeres".

Como ningún mamífero depende de lo que come la madre, ya que, si enfermara su madre, entonces no comería, entonces "un bebé vive de lo que es el cuerpo de la madre, construido a lo largo de la vida de la mujer".

"Esto es lo que tienen que considerar las políticas sanitarias, porque una mala alimentación en las niñas de hoy, implicará tener una mala generación futura”, sostuvo el investigador.

La tesis del epidemiólogo Barker adjudica un origen prenatal a las enfermedades cardiovasculares de la vida adulta y a otros males crónicos, como diabetes y alteraciones del desarrollo cognitivo.

Establece que las características antropométricas de los recién nacidos -peso al nacer, circunferencia craneana, estatura y peso de la placenta- se correlacionan con datos de su futura salud cardiológica.

La exposición a carencias nutricionales en las distintas etapas del embarazo produciría, según Barker, niños de bajo peso al nacer con tendencia a desarrollar en su etapa adulta hipertensión, diabetes, alteraciones en el metabolismo del colesterol, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.

Uno de los tantos estudios desarrollados en la investigación comparó las tasas de mortalidad por enfermedades isquémicas en Inglaterra y Gales entre 1968 y 1978, y la mortalidad infantil en las mismas regiones entre 1921 y 1925, estableciendo una correlación.

"Si se tratara a la gente como al ganado, estaríamos mejor, porque el productor agropecuario trata bien a la vaca preñada", sentenció Barker.

"Es chocante lo que digo, pero en el mundo entero se sabe más cómo criar ovejas, caballos y vacas que seres humanos: el mensaje a los políticos es que traten a la gente tan bien como al ganado bien criado", concluyó.

Fuente: Télam

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