Para la mayoría de las bodegas y
productores cordobeses, el “turista en puerta” ya representa más del 60%
de las ventas. En los últimos años, la reconversión vitivinícola en
Córdoba se vio impulsada por dos factores centrales: por un lado, la
inversión de los productores para desarrollar vinos de calidad, y, por
el otro, el fuerte acompañamiento del gobierno provincial al sector.
En 2009, la Agencia Córdoba Turismo lanzó la Ruta del Vino de Córdoba, una iniciativa para integrar el circuito del vino local en la oferta turística provincial. Entre 2010 y 2011, se avanzó en la elaboración y desarrollo del plan integral de marketing y se activó la participación en ferias, congresos y otras actividades de promoción para el sector. Así, el enoturismo se fue transformando en una alternativa y atractivo más para mostrar al turista.
En 2009, la Agencia Córdoba Turismo lanzó la Ruta del Vino de Córdoba, una iniciativa para integrar el circuito del vino local en la oferta turística provincial. Entre 2010 y 2011, se avanzó en la elaboración y desarrollo del plan integral de marketing y se activó la participación en ferias, congresos y otras actividades de promoción para el sector. Así, el enoturismo se fue transformando en una alternativa y atractivo más para mostrar al turista.
Actualmente, la Ruta
del Vino de Córdoba está integrada por ocho bodegas y seis elaboradores
artesanales (a diferencia de las rutas enoturísticas de otras
provincias, sólo compuestas por bodegas). Todos están avalados por el
Instituto Nacional de Vitivinicultura y a partir de su ubicación se
conforman tres circuitos enoturísticos: el Norte (con La Caroyense,
Nanini, Riviesse, Jairala Oller, Aurelio, El Bosque, Fantini y
Papalini), Calamuchita (con las Cañitas, Finca Atos y Lucchesi) y
Traslasierra (con Finca Las Breas, San Javier y Vinos San Ramom).
“La
importancia turística de la Ruta del Vino creció mucho en estos años.
Para la mayoría de las bodegas y productores, el turista en su puerta
representa entre el 60 y 70 por ciento del total de sus ventas” apunta
Adrián Bozzoletti, coordinador del producto Turístico Caminos del Vino
de Córdoba. En sus inicios, las ventas por enoturismo para el sector
rondaban el 35 por ciento.
La superficie
implantada con vides en Córdoba alcanza apenas las 314 hectáreas,
aproximadamente el 0,14% del viñedo nacional. La mayor parte se ubica en
la zona de Colonia Caroya, aunque también hay paños de viñedos en los
valles de Traslasierra, Calamuchita y el Noroeste provincial.
“Córdoba
posee una larga tradición vitivinícola, y aunque su participación como
región productora es pequeña, el cambio ha sido cualitativo: los
productores han invertido en tecnología y asesoramiento, logrando un
producto muy superior al viejo vino patero” explica el sommelier Roberto
Colmenarejo, destacado referente local del vino.
Durante
la última vendimia, en 2011, se cosecharon en Córdoba 17.623 quintales
de uvas (0,06 por ciento del país), lo que permitió elaborar 1.257.450
litros de vino (0,08 por ciento del total nacional). “En calidad y
cantidad, la cosecha 2011 fue una de las mejores del último quinquenio.
Si las condiciones climáticas se mantienen favorables, se espera una muy
buena cosecha en 2012” anticipa Colmenarejo.
Fuente: La Voz del
interior
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