Todos sabemos que el tabaco ocasiona grandes problemas en nuestro organismo, y que es el detonante de numerosas enfermedades, muchas de ellas mortales.
Esto hace que dejar el tabaco sea un paso que todos los fumadores deben de dar para mejorar considerablemente su salud.
En muchos casos esto no se produce por falta de interés, pero en cambio otras personas alegan que no dejan de fumar porque no quieren ganar peso al hacerlo.
Sí que es cierto que los primeros meses después de dejar de fumar se gana peso, aunque no en todos los casos, y nunca es una situación permanente. Este aumento de peso podemos remediarlo si seguimos una sencilla rutina y adaptamos nuestros hábitos, que además de ayudarnos a no tomar peso conseguirá que mejoremos notablemente nuestra salud.
Cuando dejamos de fumar nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios, en su mayoría positivos. A pesar de esto mucha gente sigue teniendo miedo de dejar este hábito debido al incremento de peso. En cierto modo es cierto que cuando dejamos de fumar el metabolismo se desacelera debido a que la falta de nicotina en el cuerpo hace que la acumulación grasa sea mayor.
En ningún caso esto es un problema a la hora de mantener nuestra figura, ya que podemos aumentar la actividad metabólica de diferentes maneras, como por ejemplo haciendo ejercicio. Es importante que consigamos hacer de la actividad física un hábito para acabar con el aumento de peso derivado de dejar este hábito nocivo. El deporte además nos ayudará a recuperar poco a poco la salud pulmonar y el correcto ritmo cardiaco entre otras cosas.
Otro punto que ayuda a que engordemos cuando dejamos de fumar es el aumento de la ansiedad. El tabaquismo es una adicción, y como tal crea una dependencia por parte del organismo que se verá afectado cuando se le priva de esas sustancias. Esto suele crear estados de alteración que desembocan en un mayor consumo de alimentos originando un aumento de peso.
En este caso el deporte vuelve a ser la solución, y es que es una de las mejores válvulas de escape que existen, ya que los procesos de ansiedad acaban por acumular mucha presión en nuestro organismo que desemboca en estrés. Con la práctica deportiva eliminaremos gran parte de esta energía negativa, ya que el exceso de adrenalina que nos genera el estrés lo vamos a quemar al practicar ese deporte.
Pero no solamente el deporte es la solución al posible aumento de peso al dejar de fumar, sino que adquirir una alimentación sana y equilibrada es otra buena opción que junto al deporte conseguirá que mantengamos un cuerpo libre de sobrepeso. Eso sí, es importante saber que existen otras soluciones a la ganancia de peso tras dejar de fumar. Esto ya no debe ser una excusa para mantener un hábito nocivo y perjudicial para nuestra calidad de vida.
Sí que es cierto que los primeros meses después de dejar de fumar se gana peso, aunque no en todos los casos, y nunca es una situación permanente. Este aumento de peso podemos remediarlo si seguimos una sencilla rutina y adaptamos nuestros hábitos, que además de ayudarnos a no tomar peso conseguirá que mejoremos notablemente nuestra salud.
Cuando dejamos de fumar nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios, en su mayoría positivos. A pesar de esto mucha gente sigue teniendo miedo de dejar este hábito debido al incremento de peso. En cierto modo es cierto que cuando dejamos de fumar el metabolismo se desacelera debido a que la falta de nicotina en el cuerpo hace que la acumulación grasa sea mayor.
En ningún caso esto es un problema a la hora de mantener nuestra figura, ya que podemos aumentar la actividad metabólica de diferentes maneras, como por ejemplo haciendo ejercicio. Es importante que consigamos hacer de la actividad física un hábito para acabar con el aumento de peso derivado de dejar este hábito nocivo. El deporte además nos ayudará a recuperar poco a poco la salud pulmonar y el correcto ritmo cardiaco entre otras cosas.
Otro punto que ayuda a que engordemos cuando dejamos de fumar es el aumento de la ansiedad. El tabaquismo es una adicción, y como tal crea una dependencia por parte del organismo que se verá afectado cuando se le priva de esas sustancias. Esto suele crear estados de alteración que desembocan en un mayor consumo de alimentos originando un aumento de peso.
En este caso el deporte vuelve a ser la solución, y es que es una de las mejores válvulas de escape que existen, ya que los procesos de ansiedad acaban por acumular mucha presión en nuestro organismo que desemboca en estrés. Con la práctica deportiva eliminaremos gran parte de esta energía negativa, ya que el exceso de adrenalina que nos genera el estrés lo vamos a quemar al practicar ese deporte.
Pero no solamente el deporte es la solución al posible aumento de peso al dejar de fumar, sino que adquirir una alimentación sana y equilibrada es otra buena opción que junto al deporte conseguirá que mantengamos un cuerpo libre de sobrepeso. Eso sí, es importante saber que existen otras soluciones a la ganancia de peso tras dejar de fumar. Esto ya no debe ser una excusa para mantener un hábito nocivo y perjudicial para nuestra calidad de vida.
Fuente: vitonica.com
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