viernes, 14 de marzo de 2014

Todo lo que hacemos para adelgazar... Y nos engorda

En los últimos años aumentaron las “fórmulas mágicas” que apuntan a producir descensos de peso inmediatos y con poco esfuerzo. Esta multiplicidad de opciones ha generado confusión y miles de personas arman dietas caseras y a medida, muchas sin rigor científico.

En ese marco, existen al menos cinco paradigmas muy comunes que son enemigos de la dieta, ya que pueden llevar a la persona a la frustración por falta de resultados, y al consecuente abandono del proceso. Estos son:

Paradigma 1: basar la dieta en largos períodos sin comer
Un error frecuente es tratar de pasar todo el día sin comer, pensando que esto ayuda a bajar de peso. Es el típico caso de la persona que desayuna poco, no almuerza prácticamente, merienda mal y a la noche no lo contiene nada, por más dieta que haga.

Existen dos sensaciones muy diferentes: el hambre y el apetito. El hambre es irrefrenable: “para el hambre no hay pan duro”. El apetito se evidencia, en cambio, cuando la persona discrimina qué va a comer y qué no. Cuando uno pasa más de cuatro horas sin comer, deja de tener apetito para empezar a tener hambre. Por eso insistimos tanto en la importancia de no pasar más de cuatro horas sin comer.

Paradigma 2: pensar que con actividad física es suficiente para bajar de peso
Hay personas que hacen ejercicio una o dos horas por día y al terminar se comen un par de empanadas fritas, para ser gráficos. Por supuesto que la actividad física ocupa un papel importantísimo en todo proceso de descenso de peso, pero para que esto ocurra, debe ir siempre acompañada de un plan alimentario acorde.

Paradigma 3: dejarse llevar por información falsa sobre los alimentos y sus calorías
Es muy común que cuando se inicia una dieta se abandone la ingesta de pan, por ejemplo, y se coma en su lugar galletitas, cuando éstas tienen muchas más calorías. Lo cierto es que el pan francés tiene 270 calorías cada 100 gramos, mientras que la misma cantidad de galletitas “dietéticas” tiene 400.

Paradigma 4: creer que los alimentos “light” nos llevarán indefectiblemente a bajar de peso
Otro error muy común es abusar de los alimentos dietéticos, desconociendo su nivel calórico. Es habitual, por ejemplo, reemplazar un yogurt común por tres yogures descremados en el día. El descremado tiene un 40 a 50 % menos de calorías que el común, pero al abusar en la cantidad se termina incorporando más calorías. 

Entonces, si por ser diet duplico o triplico la porción, en realidad termino incorporando más calorías, o no reduje nada.

Paradigma 5: para adelgazar es importante la calidad del alimento y no la cantidad
Es habitual que los pacientes pidan: “doctor, deme una dieta para bajar de peso pero que me permita comer mucho”. Lamentablemente esto no es posible: salvo el agua, todo lo demás tiene en mayor o en menor proporción sus calorías.

Un ejemplo son los vegetarianos que no pueden bajar de peso. Sucede que, si bien los vegetales tienen muy pocas calorías, se exagera con el volumen. Es importante poder regular el hábito alimenticio para evitar que las calorías se “filtren” en grandes cantidades de comida.

En síntesis…
Hacer dieta sin supervisión profesional puede ser muy negativo porque en general las personas tienen paradigmas erróneos en cuanto a "lo sano". Se puede caer en una alimentación desequilibrada desde lo nutricional, con malas consecuencias para el organismo.

Por el doctor Rubén Salcedo, director médico asociado del Sanatorio Diquecito. 

Foto: Clarín
Fuente: entremujeres.clarin.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina