Cuando sufrimos un calambre muscular
lo primero que nos viene a la cabeza es que hay una deshidratación con
pérdida de minerales que hace que el músculo deje de funcionar
correctamente. Y no vamos desencaminados, pero lo que no se nos suele
ocurrir es que una falta de calcio en la dieta puede ocasionar calambres musculares.
Por mucha bebida isotónica que tomemos, éstas nos contienen una cantidad significativa de calcio, por lo que si en nuestra dieta hay un déficit de calcio el
retículo sarcoplasmático se quedará pronto sin calcio y la función
neuromuscular se ve afectada por la falta de este mineral, con lo que
aparece el calambre.
El calcio es un mineral que se pierde por el sudor.
Si ahora en verano descuidamos el aporte de alimentos lácteos y
derivados y además hacemos ejercicio con una duración media-larga en
condiciones de calor nos quedaremos sin calcio y aparecerán los
calambres.
La solución es simple, incrementar la ingesta de calcio
con pequeños gestos como desayunar leche o yogur, tomar un poco de
queso fresco a mediodía, añadir queso rayado a algunas preparaciones
culinarias o tomar alimentos como las espinacas, legumbres y frutos
secos a diario.
Muchos deportistas que se hidratan bien y cuidan los músculos con
masajes pueden volverse locos explicándose el por qué de sus calambres
si no conocen este hecho. Hay deportistas que por sus características
tienen a perder más calcio que otros, por lo que deberían plantearse
incrementar su ingesta de calcio en 100-150 mg/día (un yogur diario).
Imágen | .matter.
Fuente: vitonica.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario