Los caiquetíos, una nación arawak proveniente de la cuenca
del Orinoco, se asentaron en la isla de Aruba hace aproximadamente 2.000 años.
La vida de este pueblo, que vivía del cultivo intensivo de mandioca, boniato y
maíz, de la recolección y de la cacería extensiva, sufrió un drástico cambio
cuando en 1499 la isla luego conocida como Aruba fuera avistada por el español
Alonso de Ojeda. La mayor parte de la población fue diezmada en el lapso de dos
décadas a causa de las enfermedades que trajeron los europeos y de la
esclavitud a la que fueron sometidos.
La llamada isla de La española no interesaba la
Corona, por lo que pasó a ser poblada en el siglo XVI por algunos convictos que
eran enviados desde América del Sur.
En 1633, los holandeses, que sostenían entonces con
España la llamada Guerra de 80 años, tomaron la isla y –por el Tratado de
Westfalia, de 1648– Aruba, junto con Bonaire y Curaçao, pasó a ser controlada
por Holanda.
Desde 1700, y a lo largo de todo el siglo XVIII,
Aruba fue utilizada por las autoridades coloniales para alimentar a caballadas.
En los inicios del siglo XIX la tierra comenzó a ser vendida a los
colonizadores.
Con el entierro de los últimos caiquetíos que
conservaban su idioma, en 1800, desapareció la cultura de los primeros
habitantes de la isla.
Salvo el período en que Gran Bretaña se apoderó de
la isla (1805-1815), Holanda tuvo el control sobre Aruba. La isla requería poca
mano de obra para atender la actividad ganadera. Al momento de la abolición de
la esclavitud, a mediados del siglo XIX, sólo un 12% de la población era de
origen africano.
En 1825, se descubrió oro. Sin embargo, los
yacimientos se redujeron de tal manera que, en 1913, se desechó la explotación
por considerársela deficitaria.
Con el descubrimiento de petróleo, y la instalación
de grandes refinerías a comienzos del siglo XX, se generó una alta migración de
mano de obra especializada, proveniente principalmente de EEUU. El crecimiento
económico de Aruba le generó problemas con Curaçao, entonces la capital
colonial.
En 1954, el gobierno holandés otorgó a Aruba y a
las otras cinco islas de la colonia (Bonaire, Curaçao, St. Maarten, St.
Eustacio y Saba) el autogobierno, formándose así la Confederación de Antillas
Holandesas. Los partidos que gobernaron la isla durante ese período fueron el
Partido del Pueblo Arubano (AVP) y la Unión Nacionalista Arubana
(UNA).
Juancho Irausquin, un ex miembro del AVP, formó en
1971 el Partido Patriótico Arubano (PPA) y se convirtió en la principal figura
política, en el gobierno durante las décadas siguientes. La principal figura de
la oposición fue Gilberto «Betico» Cores, fundador del Movimiento Electoral del
Pueblo (MEP), que propugnaba la libertad de cada isla de elegir su Constitución
y solicitar un «Estatus Aparte» dentro del Reino de Holanda.
En 1979 el Movimiento Antiyas Nobo (MAN) obtuvo la
mayoría absoluta en Curaçao y, en coalición con el MEP y la Unión Patriótica de
Bonaire (UPB), formó el primer gobierno centro-izquierdista en la historia de
las islas. El MAN proponía la federación, con amplia autonomía para cada isla,
mientras el MEP insistió en la separación total de Aruba. Las diferencias
llevaron a la ruptura de la alianza de gobierno en 1981.
El MEP insistió en escindirse de la administración
de Curaçao. En 1985, Holanda aceptó otorgar un estatuto separado para la isla
y, el 1º de enero de 1986, Aruba pasó a ser una entidad aparte dentro del reino
de Holanda, que quedó constituido por tres entidades: Holanda, Aruba y Antillas
Holandesas.
La economía de Aruba siguió contando con el
respaldo del crédito holandés. El 98,9% de los recursos económicos provenía del
refinado del petróleo venezolano. En 1985 se retiró la refinería Exxon. A
partir de entonces, el gobierno se volcó a la industria turística, que aportó
la mayor parte del PBI.
Henry Eman, del AVP, fue electo primer ministro en
1994, y reelecto en 1997. Ese año, el gobierno de Aruba, junto con los de
Holanda y Antillas Holandesas, decidió posponer de forma indefinida la
transición a la completa independencia.
El MEP ganó las elecciones del 28 de setiembre de
2001, y por primera vez un partido obtuvo por sí solo el control del Parlamento
desde 1980. El MEP se alzó con 12 de las 21 bancas y su líder Nelson Oduber fue
nombrado primer ministro.
A comienzos de 2002, la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anunció que Aruba, entre otros,
dejaría de integrar su «lista negra» de paraísos fiscales: jurisdicciones con
«prácticas fiscales dañinas».
En 2003, como forma de incentivar la visita de
turistas europeos, el gobierno de Aruba decidió que la moneda europea, el euro,
sería aceptada como forma de pago.
Los esfuerzos gubernamentales por incentivar el
turismo han utilizado la imagen del árbol divi divi como carta de presentación
de la isla en postales, tarjetas y anuncios.
El ministerio de Transporte y Turismo anunció, en
abril de 2006, inversiones por 274 millones de dólares en la industria
turística. La misma llegaría a todas las ramas del sector.
De acuerdo a un reporte del Banco Central de Aruba de seiembre de
2006, el número de turista había descendido un diez por ciento en los
primeros 7 meses del año.
La obesidad se ha convertido en una gran amenaza para la salud de los
arubanos. En 2007, 73% de la población padecía de sobrepeso; 41% de los
menores de entre 6 y 11 años eran obesos.
Fuente: guiadelmundo.org.uy
No hay comentarios:
Publicar un comentario