El desarrollo económico sostenido de Perú en la última década es uno de
los principales factores que impulsó el consumo de vino. Esto se da en
consecuencia de una creciente clase media, la cual está aumentando sus
ingresos y poco a poco se inserta en el mundo del vino. Además, se
considera uno de los países con mayor estabilidad política y económica
de la región, por lo que es esperable que la bonanza económica no se
frene en el corto plazo.
Una de las características de este mercado es la gran conexión que hay entre el mundo del vino y la gastronomía local. Ésta es de particular importancia para la identidad cultural peruana y que ha tenido un fuerte impulso tanto nacional como internacionalmente. Es por esto, que para lograr el éxito en este mercado, los vinos deben lograr un excelente maridaje con la cocina peruana.
Si bien aún el vino no es una bebida de consumo diario y está más bien asociado a reuniones sociales y celebraciones; el vino está cada vez más presente en los medios de comunicación locales, con un reforzado interés por parte de los consumidores.
Una de las características de este mercado es la gran conexión que hay entre el mundo del vino y la gastronomía local. Ésta es de particular importancia para la identidad cultural peruana y que ha tenido un fuerte impulso tanto nacional como internacionalmente. Es por esto, que para lograr el éxito en este mercado, los vinos deben lograr un excelente maridaje con la cocina peruana.
Si bien aún el vino no es una bebida de consumo diario y está más bien asociado a reuniones sociales y celebraciones; el vino está cada vez más presente en los medios de comunicación locales, con un reforzado interés por parte de los consumidores.
Casi el 70% del consumo es abastecido con vino elaborado en Perú, sin embargo los vinos importados tienen un prestigio e idea de calidad muy fuerte. En los últimos años los productores locales han atravesado un proceso de modernización de la industria, que viene logrando importantes mejoras en la calidad y es muy bien recibido por los consumidores.
A nivel mundial Perú no cuenta con un tamaño considerable. Sin embargo las buenas condiciones descriptas lo hacen muy atractivo, sobre todo regionalmente. Se estima que para 2016 el mercado de importación de vinos representará un negocio de más de 37 millones de dólares, un 52% más que los actuales 24,5 millones.
Las importaciones provienen fundamentalmente de Argentina y Chile, concentrando más del 85% del volumen importado entre ambos orígenes. Pero la posición de liderazgo con la que contaba el país trasandino, fue tomada por los vinos argentinos a partir de 2006, y hoy cuentan con más del 48% de share en valor. No obstante, en los últimos dos años, Chile volvió a liderar las exportaciones en volumen, aunque no en valor ya que sus precios son notablemente más bajos que los argentinos; en 2012 se alcanzó la máxima diferencia de casi un 66%.
En el primer trimestre de 2013 las exportaciones de vinos fraccionados se han mantenido casi constantes en volumen respecto del mismo periodo de 2012, aunque con una caída importante en los despachos a granel.
La competencia de los vinos chilenos se está intensificando, y es necesario apuntalar la presencia en los segmentos más competitivos para no perder espacios.
Fuente: Area del Vino
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