En los últimos cinco años proliferaron diferentes tipos de dietas
e invadieron el mercado con promesas espectaculares. Lo mismo pasó con
los novedosos y extraños aparatos, con las pastillas y con los jugos
casi “mágicos”. Esta batería de pseudo-soluciones instantáneas no hizo
más que perjudicar y defraudar a muchísimas personas.
Hoy en día, la gente busca un cambio rotundo en sus hábitos de vida.
Espera ese “click” que logre modificar años y años de paradigmas
erróneos con respecto a la salud y a las enfermedades, donde el peso y
la forma no son un problema en sí mismos, sino que son la consecuencia
de otras afecciones.
Los planes para dejar de fumar, para controlar la diabetes, para desestresarse o para rejuvenecer el organismo han superado a los tratamientos cuyo único objetivo es adelgazar,
algo básico a esta altura. La búsqueda de una solución integral y
duradera dió nacimiento a planes integrales orientados a la prevención
y, en primer lugar, al cambio de hábitos. En otras palabras, “dietar” pasó de moda, lo importante es cuidar todo el organismo en forma integral.
¿Qué busca la gente?
Cada vez más personas se interesan en los planes para:
* Dejar de fumar.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la
principal causa de muerte evitable en el mundo. La epidemia mundial de
tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales
más de 600.000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno. A
menos que actuemos, la epidemia matará a más de 8 millones de personas
cada año hacia 2030.
* Prevenir la diabetes de tipo 2, retrasar
su aparición o disminuir drásticamente sus complicaciones. Se consigue
con la alimentación saludable, la actividad física regular, el
mantenimiento de un peso corporal normal y la eliminación del consumo de
tabaco.
* Evitar la aparición de artrosis.
Según la OMS, la padecen más del 10% de las personas mayores de 60
años. Es una enfermedad degenerativa que destruye lentamente las
articulaciones de rodillas, caderas, columna o cualquier otra. Para
lograr mejoras al corto y mediano plazo, algunos centros de salud
perfeccionaron las fórmulas de peptonas, que se deben combinar con una
alimentación adecuada y una minuciosa rehabilitación a nivel físico.
¿El fin de las dietas?
Los programas de dietas restrictivas,
hipocalóricas en exceso o con aditamentos farmacológicos no controlados
caen en el profundo pozo del fracaso. La clave no está en el peso ni en
la forma: se trata de las consecuencias de nuestros actos, del
resultado de lo que ingerimos y de cómo lo ingerimos, de nuestro día a
día, fundamentalmente de nuestra vida.
La moda es vivir más años
y disfrutar más de esos años. Es llegar joven a los 70 y, para ello,
cada persona debe encontrar su propio camino. No se trata de recetas
pre-armadas, ni pastillas mágicas, ni de vivir a bocaditos. Se trata de
aprender, de asimilar nuevos y mejores hábitos, que no necesariamente
significan restricciones, sino que implican el disfrute equilibrado y a
pleno de la vida.
Por el doctor Christian Leiva, director médico de La Posada del Qenti.
Foto: Getty
Fuente: entremujeres.com
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