Es muy fácil de hacer. Veamos: quitar la piel de 9 limas,
dejándola bien finita, es decir sin parte blanca. Luego colocar todas
las cáscaras en un frasco de vidrio hermético y echar encima un litro de
alcohol fino. Tapar bien y dejar 10 días en reposo en un lugar oscuro
y fresco.
Al cabo de este tiempo, desechamos las cáscaras y pasamos este
alcohol, ya aromatizado, varias veces por un cedazo (yo uso un pedazo de
liencillo o lienzo, que es bien poroso pero frena las impurezas).
Reservamos.
Ponemos en una olla 650 grs de azúcar y 800 cc de agua mineral y,
sin revolver, lo dejamos hervir por 8/10 minutos para hacer un almíbar.
Dejamos enfriar totalmente.
Preparamos un colador, un cedazo y dos bols. Ponemos el
almíbar en uno de ellos y, apoyando el colador con el cedazo en el otro,
volcamos el almíbar para colarlo y limpIarlo. Esta operación hay que
hacerla no menos de 10 veces ( si no, el sedimento se depositará en la
parte superior del licor y no queda bien.)
Cuando lo hemos limpiado bien, volcamos el almíbar sobre el alcohol
aromatizado, mezclamos con una espátula de madera y lo embotellamos en
botellas previamente limpiadas. Guardamos en lugar oscuro y fresco por
una semana, al cabo de la cual el néctar estará listo para consumir. Se
puede tomar como un “chupito”, en una copita de licor, o en vaso grande, con hielo. Yo prefiero esta última opción.
Fuente: blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur
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