Esta tartita es muy fácil y deliciosa para la hora del té, ya que
tiene la consistencia adecuada como para cortarla en porciones y
disponerlas en una bandeja. La crema no se derrama porque tiene textura
sólida pero suave. Con las medidas que voy a pasarles podemos hacer una
tarta rectangular de unos 33 cm de largo por 11 ó 12 de ancho. Es más
bien chica y salen cuatro porciones generosas. Pero si quieren hacerla
en un molde redondo más grande no tienen más que duplicar las
cantidades.
La masa es una típica sablée (arenosa, que se deshace en la
boca), muy francesa, de esas que se deshacen en la boca con ese
irresistible sabor a manteca que las hace inconfundibles.
Ingredientes para la masa
Harina 0000, 200 grs
Manteca, 100 grs
Yema, 1
Azúcar impalpable, 60 grs
Almendras en polvo, 40 grs
Sal, una pizca,
Ralladura de 1 limón
Polvo de hornear, 1 cda de té
Esencia de vainilla, 1 tapita
Agua helada para unir, c/n
Relleno
Jugo de 2 limones
Ralladura de 2 limones
Leche condensada descremada, 1/2 lata
Huevos, 2
Mermelada de damasco, 4 cdas soperas
Preparación
Poner en la procesadora la harina, el polvo de almendras, la sal, el
polvo de hornear, el azúcar y la ralladura, y mezclar bien. Agregar
luego la manteca fria y cortada en cubitos y arenar.
Cuando queda ya una mezcla bien arenosa, agregamos la yema de huevo y
mezclamos. Luego agregamos, de a una, tres cdas de agua helada. Veremos
que la mezcla empieza a unirse. Seguimos mezclando hasta que comience a
formarse el bollo. Detenemos la procesadora y pasamos la masa a la mesa
enharinada.
Terminamos de unir sin amasar, hacemos un bollo, lo envolvemos en
papel film y lo dejamos reposar al menos media hora en la heladera.
Al cabo de ese tiempo, la retiramos y estiramos con el palote
enharinado sobre la mesada también enharinada. Forramos la tartera con
la masa, la pinchamos con un tenedos y la cubrimos bien con papel de
aluminio en los lados y la base.
Luego la dejamos en el freezer por unos quince minutos. Encendemos el
horno a 200 grados y la colocamos dentro, apisonando la masa con unas
piedras sobre el papel metálico (o porotos o lentejas, es para que haga
peso), por 15 minutos. Al cabo de este tiempo retiramos el papel de
aluminio y cocinamos 10 minutos más, o hasta que veamos que comienza a
dorarse. Reservamos (podemos guardarla en un lugar seco hasta un día, no
más, cubierta con papel de aluminio).
Ahora vamos a la crema. Rallamos los dos limones y los exprimimos. Reservamos.
Pincelamos la base de la tarta con la mermelada de damascos y
reservamos también. Luego batimos los huevos y le agregamos la leche
condensada. Añadimos la ralladura, una tapita de de esencia de vainilla y
el jugo de limon. Revolvemos y volcamos sobre la tarta.
Llevamos a horno de 170 por unos 40/45 minutos. Si vemos que se dora
demasiado por arriba, cubrimos con un papel de aluminio hasta completar
la cocción.
Fuente: blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur
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