miércoles, 30 de octubre de 2013

Latas y envases: ¿los culpables de los kilos de más?

Gran parte de lo que comemos viene en latas o en paquetes y, para eso, antes ha pasado por un procesamiento industrial. Este proceso afecta a los principales alimentos (cereales, aceites, sal, azúcar, etc.), los priva de nutrientes fundamentales y los contamina con sustancias indeseables como azúcares, edulcorantes, sales, conservantes, antibióticos, colorantes y toda una serie de químicos.

La inclusión de estas sustancias en los alimentos, sumado a la proliferación de las industrias de comidas rápidas, ha generado que el sobrepeso tenga un índice de mortalidad parecido o mayor que el ocasionado por las enfermedades relacionadas con el tabaco. Entre las 10 enfermedades que provocan más muertes en el mundo (enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, afecciones renales y hepáticas entre otras) la mayor parte tiene un denominador común: la mala alimentación y el sedentarismo, que producen sobrepeso y obesidad.

Esta industria produce en Estados Unidos más del doble de las calorías que sus ciudadanos necesitan. Se comercializan los productos con estrategias de marketing costosísimas y en muchos casos engañosas, que juegan en contra de la salud de las personas.

Algunos ejemplos:

* Alimentos enlatados. Con el fin de preservar su sabor y textura, casi la totalidad de los alimentos enlatados contienen altas concentraciones de sal como conservante, lo que los vuelve opciones no recomendables, sobre todo para los hipertensos. Lo mismo en el caso de los vegetales procesados, como los purés o cremas de verduras en sobre.
* Frutas enlatadas. Todas estas versiones industriales contienen conservantes en base a la sal y el azúcar. Las conservas de frutas cuentan con azúcar agregada o jarabe de glucosa, que transforma la fruta en un verdadero almíbar pobre en fibra y nutrientes. Las glaseadas (frutas confitadas) tienen jarabes que las vuelven mucho más dulces de lo que realmente son. Estos alimentos son muy perjudiciales para los diabéticos.
* Aderezos. Las mayonesas y productos similares contienen muchos aditivos. El ketchup no reemplaza la salsa de tomate, de hecho es una versión que contiene sal, aditivos, conservantes y poco valor nutricional.
* Snacks. Las papas fritas, los maníes y los palitos salados, entre otros, contienen mucho sodio y generan una conducta adictiva.
* Pan. En nuestro país se consume más el pan de panadería que el envasado (en moldes). Sin embargo, hay que saber que se trabaja con premezclas de harina que contienen altas concentraciones de conservantes, sal y emulsionantes. Se recomienda limitar el consumo de pan y siempre preferir las versiones integrales y caseras.
* Alimentos congelados. Una forma muy común de conservar los alimentos es someterlos a una alta congelación. Sin embargo, algunas bacterias sobreviven en alimentos congelados durante algunos meses. Las frutas y los jugos conservan algo de vitamina C durante el congelado, pero las verduras la pierden.

El consejo es incorporar nuevos hábitos de vida y privilegiar el consumo de productos naturales de estación, para favorecer una alimentación más saludable. Nuestra función metabólica trabajará en forma más eficiente, nuestro sistema inmunológico se revitalizará y evitaremos el riesgo de contraer muchas enfermedades.

Por el doctor Christian Leiva, director del centro médico de Posada del Qenti.

Foto: Thinkstock Photos
Fuente: entremujeres.com

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