Los vinos ícono y uber suelen ocupar una porción muy
pequeña en la estructura comercial de una bodega. Son partidas
limitadas, exclusivas y, en general, gran parte de la producción se destina a los mercados externos.
Sin embargo, el objetivo de estas etiquetas de altísima gama no es el
de hacer caja. Al menos de manera directa. Por el contrario, un vino
ícono es una suerte de paraguas bajo el cual las bodegas estructuran el resto del portfolio, dado que irradian sofisticación y elegancia.
En este contexto, siempre recomendamos desacralizar un poco el mundo del vino y
animarse a enfrentar a este tipo de etiquetas. Sus precios lejos están
de volverlos una opción para que sean visitados con cierta asiduidad. Es
cierto. Sin embargo, a la hora de reunirse con amigos o al momento de
elegir un detalle clave para una velada realmente especial, es una inversión que rinde sus frutos.
En definitiva, el placer que generan en todo amante del vino
justifica abordarlos y analizarlos hasta el cansancio, tenerlos en la
copa un largo rato, estar atentos a cómo van mutando minuto a minuto. Y disfrutarlos de punta a punta.
Una experiencia de este estilo no se vive de manera continua, pero el recuerdo que dejan en el paladar de algún modo permite revivirla una y otra vez. Ahí está parte del secreto.
En este contexto, Vinos & Bodegas le rinde una
suerte de homenaje a lo mejor de la vitivinicultura argentina con
algunos exponentes de la más alta gama. Los hay más caros y exclusivos.
Es verdad. Sin embargo, estas etiquetas valen lo que cuestan y sólo van a premiar con placer y satisfacción.
A tomar nota...
Las Perdices Tinamú 2007 - Bodega Viña Las Perdices - Precio sugerido: $340
Es el vino ícono de esta joven bodega mendocina que viene haciendo méritos a fuerza de grandes vinos. Esta etiqueta es un blend conformado por un 60% de Malbec, 25% de Cabernet Franc, 10% de Petit Verdot y 5% de Tannat,
todas variedades que cultivan en una finca de Agrelo, Luján de Cuyo.
Este complejo mix le confiere notas de frutos rojos y negros, pinceladas
balsámicas y un notable especiado. La madera sugiere pero no tapa nada,
de la mano de una vainilla elegante, heredada tras su paso de 24 meses
por barricas de roble nuevas (70% francés y 30% americano). En boca
llega lo mejor: concentración y estructura que se baten a duelo con los taninos sedosos y muy bien pulidos.
Esto redunda en un vino elegante pero sin perder nervio. En Buenos
Aires se consigue en la vinoteca EnoGarage, especializada en vinos
escasos.
Kaiken Mai 2007 - Bodega Kaiken - Precio sugerido: $360
Los enólogos de esta bodega de capitales chilenos le rinden culto al
Malbec argentino con esta etiqueta elaborada a partir de viñedos de
Vistalba, que datan de hace 80 años. Se trata de un ejemplar que nunca
pasará desapercibido, dado que, desde el inicio, demuestra su
diferencial: en nariz es un vino súper concentrado, dominado por notas de mermelada de frutos negros.
En boca se percibe un tanino dulce, aterciopelado, que marca un
estupendo contrapunto con su gran estructura. La madera está presente
pero bien integrada, luego de su paso de 18 meses por roble francés. El
final es a toda orquesta: largo, intenso y elegante, lo
que le confiere un gran potencial de guarda. De aquí a unos diez años,
con todos los cuidados necesarios, no hará más que evolucionar hacia una
elegancia aun más marcada.
Colomé Reserva 2009 - Bodega Colomé - Precio sugerido: $440
Este ejemplar se elabora con uvas procedentes de los mejores
cuarteles que posee Colomé en los Valles Calchaquíes, ubicados a más de
2.300 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un Malbec que en nariz
premia con notas de grosellas y ciruelas bien maduras, casi pasas, sobre
un colchón especiado, donde aparece algo de pimienta negra y clavo de
olor. Su paso por barrica, a lo largo de 24 meses, se manifiesta de la
mano de notas de tabaco y chocolate. En boca es un vino carnoso, casi masticable, bien envolvente,
con taninos firmes y evolucionando a la perfección. Buena acidez que le
aporta un toque de frescura, para cerrar en un largo y vibrante final
cargado de más frutas y especias. En definitiva, uno de los grandes
exponentes que lleva marcado a fuego el ADN salteño.
Finca Los Nobles Malbec Verdot 2008 - Bodega Familia Arizu - Precio sugerido: $450
Si bien no es el vino tope de gama de la bodega -el cual, justamente
lleva el nombre "ícono"-, este blend sí es emblemático. Para empezar, se
trata de un ejemplar del tipo "field blend", dado que
los en los viñedos de Las Compuertas, que datan de unos 90 años, se
entremezclan vides de las variedades Malbec y Petit Verdot. De este
modo, el trabajo que en general se realiza en bodega, lo entrega la
naturaleza desde la tierra. Por eso, en esta etiqueta no hay
especificaciones acerca del porcentaje de cada cepa. A la hora de
abordarlo, Vinos & Bodegas se encontró con un vino profundo y muy concentrado.
Con una nariz en la que se van sucediendo capas de aromas. En un
comienzo, despuntan elegantes notas de frutas, como grosellas y
ciruelas, sumado a nítidas notas de vainilla y chocolate, heredadas tras
su paso de 18 meses por barricas. En boca impacta por sus taninos marcados, que lo vuelven carnoso y de paladar pleno.
Pero a la vez, se muestra sedoso y refinado, luego de 14 meses de
permanecer en botella. El final es intenso y definitivamente largo. Muy
largo. Ante la recurrente pregunta acerca de la diferencia que hay entre
un vino de estos valores con respecto a otros de franjas menores, la
respuesta es simple: es muy difícil encontrar un ejemplar súper
concentrado y extremadamente potente pero a la vez elegante, dócil y
fácil de beber. Parece una contradicción, pero en realidad es el mérito de esta joya de la vitivinicultura.
Zuccardi Aluvional La Consulta 2008 - Bodega Familia Zuccardi - Precio sugerido: $500
Es la nueva apuesta de Zuccardi, que está comenzando a profundizar e
hilando muy fino en el concepto de terroir. De hecho, desde el vamos la
etiqueta no aclara que se está ante un 100% Malbec sino que hace
hincapié exclusivamente en la zona. Este ejemplar es un vino elegante por definición,
con abundante fruta roja y negra, casi mermelada, sumado a algunas
notas balsámicas y especiadas que le aportan complejidad. La madera está
perfectamente integrada y sugiere notas de vainilla y chocolate, muy
leves. En boca es un vino con muy buena estructura, amplio y envolvente,
con un buen nivel de acidez. Los taninos firmes y estructurados, pero a
la vez amigables, llevan la batuta. Largo final que acompaña con más de
esa rica fruta del comienzo. Los 36 meses entre su paso por barrica y
su estiba en botella redondearon un vino listo para beber pero con muy
buen potencial de guarda.
Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas
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Fuente: vinos.iprofesional.com
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