Las flores comestibles no son otra cosa que flores que el ser
humano puede digerir sin ningún tipo de daño para la salud, siendo
incluso muchas veces más que beneficiosas para nuestra dieta diaria.
No necesariamente son ricas (algunas sí, otras no), pero
definitivamente son muy ornamentales y agradables para el olfato,
convirtiéndose en un verdadero festival para los sentidos. Algunas
flores de este tipo ya las conocés y seguramente las preparaste sin
saberlo, por ejemplo el brócoli, el alcaucil y el coliflor (sí sí, son
flores).
Veamos una lista de las variedades que son aptas para el consumo:
rosas (para dulces, salsas y tés, por ejemplo), flores de calabaza
(¡las amo rellenas de queso! En Italia son un manjar culinario),
geranios, amapolas, azahares, crisantemos, malvas, pensamientos,
jazmines (para infusiones, pero también para perfumar ensaladas),
gladiolos, salvia, violetas (se usan mucho en postres), caléndulas
(tienen un sabor un poco amargo y vienen de muchos colores), claveles y
clavelinas, tulipanes (que se pueden comer rellenos), prímulas,
crisantemos, margaritas, capuchinas (crudas en ensaladas, por ejemplo,
tienen un sabor un poquito picante), tulipanes, flores de cebollín (el
que usás siempre para tus comidas, probá de dejarlo florecer…)
manzanilla (para tés y ensaladas), borraja (que se cuece), hemerocallis
(salteadas con verduras), copetes y violetas (las que tienen ese aroma
tan rico). En fin, la realidad es que la mayoría de las flores
quedan bárbaras en ensaladas, sopas, revueltos, rellenos, guisos, y
también como acompañamiento de quesos varios (pensalo para tu próxima
picada) e incluso fritas o salteadas.
Una ensalada de hojas verdes con flores de cebollín, vía Startcooking Kathy & Amadine
La rigurosidad a la hora de elegir las flores tiene que ser
igual a la que se tiene a la hora de elegir hongos. Si no te sentís
seguro lo mejor es acercarse a un negocio de confianza que las venda
(muchas casas naturistas las tienen en sobrecitos), ya que comer las
flores equivocadas puede generar desde complicaciones moderadas para la
salud hasta intoxicaciones graves. Algunos ejemplos de flores tóxicas no
aptas para el consumo son la flor de tabaco, la adelfa o laurel de
jardín, la glicina, la azalea, la hiedra, la lantana y el lirio, por
ejemplo.
Otro dato a tener en cuenta: al igual que con frutas y
verduras, es importantísimo que las flores que vamos a comer no tengan
pesticidas peligrosos para la salud. Por ejemplo: si hace poco
fumigaste los copetes porque estaban apestados por una plaga de
pulgones, olvidate de incorporarlos a tu ratatouille. Razón de más para
descartar también las flores compradas en la florería, porque no sabemos
que les pueden haber echado.
Un té en hebras con múltiples flores disecadas, vía Notfrancois
Muy bien, ya tenés las flores que elegiste, ahora hay que poner manos a la obra:
Antes que nada, sacá los estambres y pistilos. Luego lavalas bien y secalas delicadamente con una servilleta de papel, como para no machucar los pétalos. Y listo, aplicalas en tu comida preferida.
Algunas ideas:
- Las flores también podés ponerlas dentro de botellitas de aceite o
vinagre transparentes, aportándole una coloración especial y un sabor
particular a tus aderezos.
- Una muy linda idea es poner pétalos en la cubetera antes de que se formen los hielos. Es super decorativo y quedan lindísimos.
Hielos en forma de corazón, decorados con flores, vía poppet with a camera
- También podés incluir algunas flores por encima de tus tragos (por
ejemplo una linda caipirinha decorada con pétalos coloridos) para darles
un toque de buena onda.
- Si cosechaste flores de más, podés congelarlas. Se mantienen perfectas.
Una receta: flores de calabaza/zucchini rellenas de queso
Típicas de Italia, yo las probé por primera vez allá, y las amé. Se
rellenan de mozarella o ricota, pero también podés improvisar con
cualquier queso fresco que tengas a mano. Son muy fáciles de hacer.
Necesitás las mencionadas flores, huevos, pan rallado, aceite del tipo
que más te guste y sal a gusto.
Flores de Zucchini rellenas, vía ccharmon
Paso a paso: Rellená las flores, pasalas por huevo y
luego por pan rallado (fijate que tenga una textura bien finita) y a
continuación freílas hasta que veas que quedaron crocantitas. Después
dejalas escurrir, y listo. Esperá un ratito para probarlas porque de lo
contrario te vas a quemar de lo lindo.
PD: Si usas las flores de tus plantas de calabaza, sabé que lógicamente despues no vas a tener frutos, es decir, calabazas. Aclaro para que no le saques tooooodas las flores a la planta.
Fuente: blogs.lanacion.com.ar/jardin
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