Al menos esas son las conclusiones que
se extraen de un estudio realizado en España y publicado recientemente,
en el que se obtuvo como resultado una reducción del riesgo de sufrir ictus en mujeres que mantenían vida activa, caminando unas tres horas por semana.
Ya había otros estudios que señalaban los beneficios del ejercicio
físico moderado realizado de forma habitual como prevención de este tipo
de patologías (ictus, también llamado infarto o derrame cerebral), pero
es interesante que este estudio abarca una muestra de unos 33.000 encuestados, a los que se le hizo un seguimiento durante 12 años. Después de este tiempo se pudo constatar que las mujeres que caminaban a paso ligero unos 210 minutos tenían menos riesgo de ictus.
En concreto es un 43% menos de posibilidades que las mujeres más inactivas. También es interesante señalar que no se aprecia tal reducción en los hombres,
por factores que los investigadores no saben aclarar. Puede que sea un
fallo de la muestra masculina en el estudio; el caso es que ya hay
literatura científica de sobra que avala los beneficios de una vida activa como medida de prevención de muchas enfermedades.
Lo que queda es seguir difundiendo el mensaje, que cale hondo y que el
estilo de vida saludable sea la norma, y no la excepción.
Imagen | Gareth 1953
Fuente | efcorpore.blogspot.com.es
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