PreparaciónCuando llegamos a casa, Franco y yo lavamos uno por uno con un cepillito especial para frutas y verduras que atesoro en mi cajoncito. Luego los pinchamos con un escarbadientes por las puntas y los dejamos en agua con sal gruesa toda la noche.
Al día siguiente, tiré el agua, los lavé muy bien y los puse a hervir unos quince minutos.
Vertí un litro de agua en una olla y le agregué medio kilo de azúcar. Dejé hervir por 10 minutos hasta lograr un almíbar flojo.
Puse los quinotos dentro, le añadí una copa de champagne rosé brut y volví a llevar a hervor durante 15 minutos. Apagué el fuego y los dejé reposar otra noche
Al día siguiente, los escurrí y volqué sobre el almíbar otro medio
kilo de azúcar. Calenté hasta que se integró todo el almíbar y volví los
quinotos a este néctar. Cociné hasta que los sentí tiernos pero no
deshechos.
Fuente: blogs.lanacion.com.ar
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