Muchos de los fármacos de uso corriente en la actualidad tienen su
origen en plantas y compuestos naturales; es el caso de la aspirina,
'hija' del sauce blanco o algunos quimioterápicos derivados del tejo.
Una de esas plantas, usada desde hace años por la medicina tradicional
china, ha demostrado en ratones potencial contra el cáncer de páncreas.
Los resultados, que pueden leerse esta semana en 'Science Traslational Medicine', son todavía demasiado preliminares, porque sólo se han probado en ratones y en líneas celulares; aunque no por eso menos esperanzadores.
En el estudio preclínico que esta semana publican Ashok Saluja
(presidente de la Asociación Internacional de Pancreatología), este
compuesto ha mostrado un fuerte efecto contra las células malignas de
diversos tumores pancreáticos. En varios modelos de ratones avatar (a
los que se les impmantó un tumor de páncreas de origen humano) y también
en roedores modificados genéticamente. Saluja y su equipo observaron
que minnelide era capaz de 'exterminar' las células tumorales y reducir
el volumen de la masa; asimismo, redujo la capacidad migratoria de las
células malignas y aumentó la supervivencia de los animales.
Como explica Saluja, todos los datos recogidos indican que estamos
ante un potente anticancerígeno, aunque aún queda un largo recorrido
antes de que pueda comenzar a usarse en un ensayo clínico en humanos. El
siguiente paso, ahora, consiste en probar el derivado de esta milenaria planta chinas en otros mamíferos más grandes.
A pesar de todas estas cautelas, una perspectiva que publican en la
misma revista Sunil Hingorani y John Potter, del centro de cáncer Fred
Hutchinson, recuerda que cualquier intento es bueno para hacer frente a
uno de los tumores de peor pronóstico en la actualidad.
El cáncer de páncreas tiene una mortalidad cercana al 90% a los cinco
años del diagnóstico, debido sobre todo a que la mayoría de los casos
se diagnostican demasiado tarde (cuando existen metástasis, la media de
supervivencia ronda sólo los seis meses). En la actualidad, uno de los
pocos tratamientos disponibles para estos pacientes es la vieja
gemcitabian (un tipo de quimioterapia).
"En los últimos 15 años, con muy pocas excepciones, todos los ensayos
en fase 2 y 3 han fracasado en hallar una alternativa más eficaz que la
gemcitabina", recuerdan en su comentario. "No nos podemos permitir
seguir fallando continuamente". En este sentido, apuntan a que la
potente actividad antiinflamatoria del 'Tripterygium' podría estar
detrás del efecto antitumoral observado en el estudio de 'Science':
"cada vez hay más evidencias de que los procesos inflmatorios son
pro-cancerígenos", recuerdan.
Fuente: elmundo.es
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