Fueron los Griegos quienes en el siglo I a.C., enseñaron a las tribus celtas locales la valiosa labor de hacer vino. Pero la historia de Toro no termina ahí, la buena calidad de sus vinos y su reconocida capacidad para conservar su alta graduación de alcohol y color hizo que fuese el vino elegido para la gran travesía del descubrimiento de América.
Sin embargo lo que es llamativo es que con su pasado tan ancestral fue a finales de la década de 1980 cuando se consiguió la categoría de Denominación de Origen Toro. Con este nuevo nombramiento comienza una etapa de prosperidad en la que los enólogos más prestigiosos de España viendo el gran potencial y la calidad de sus vinos comienzan a establecerse en Toro porque está entre las mejores regiones vinícolas del mundo.
La responsable del éxito de la D.O Toro es sin duda su variedad autóctona Tinta de Toro la cual ha demostrado la buena adaptación por sus suelos arenosos y arcillosos, con un clima continental extremo, de veranos muy cálidos y secos e inviernos muy fríos. Quizás sea éste el secreto de la gran capacidad para crear vinos opulentos de intenso color y muy aromáticos pero a la vez finos y seductores.
Toro cuenta en la actualidad con más de 60 bodegas que han sabido evolucionar dando respuestas a los gustos del mercado y del consumidor hasta el punto de que hoy en día los vinos de la D.O Toro sean uno de los más apreciados de España. Las Principales bodegas de la D.O. Toro son bodega Adbón Segovia, bodegas Maurodós, Bodegas Fariña, bodega y viñedos Pintia y bodega Estancia Piedra.
Por Daniel Marín desde España para Elmalbec.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario