A pesar de todo, muchas personas piensan que cuanta más cantidad ingieran mayor será la energía y predisposición que van a tener para realizar cualquier actividad, algo totalmente falso, ya que es necesario saber el tipo de hidratos a ingerir ya que no todos son iguales si se trata de energía.
Consumir hidratos provenientes de harinas refinadas es la máxima que impera entre la mayoría de nosotros, al igual que ingerir dulces elaborados a partir de azúcares refinados. Esto lo que hace es darnos una energía rápida, por lo que es rápido que su aporte está probado, pero debemos tener presente de qué modo nos brindan esa energía, ya que en muchos casos suele ser contraproducente, pues a largo plazo nos harán sentir más cansados.
La forma de actuar de este tipo de hidratos es la siguiente, y es que el organismo los asimila de manera muy rápida, haciendo que los índices glucémicos aumenten rápidamente, con lo que tendremos energía inmediata a nuestra disposición. Esto será muy bueno si al momento vamos a llevar a cabo alguna actividad concreta. El problema es cuando no consumimos esa energía. En este caso los índices glucémicos bajan de la misma manera que suben, y esto lo que provoca es una bajada de la energía instantánea que nos hace estar sin fuerza en poco tiempo.
Para mantener durante más tiempo las reservas de energía inmediata cargadas es necesario que echemos mano de otro tipo de hidratos, y es que no podemos servirnos de harinas ni azúcares refinados. Es necesario que recurramos a los hidratos complejos que podemos encontrar en harinas y azúcares integrales. Estos hidratos, al no ser simples, el cuerpo tarda más en asimilarlos, algo que ralentiza el aporte de energía de los mismos al organismo, haciendo que tengamos las dosis necesarias poco a poco. Consumir este tipo de hidratos no solo nos ayudará a estar provistos de energía por más tiempo, sino que además evitará que el exceso de glucosa se acumule en el organismo en forma de grasa si no la quemamos.
A pesar de todo debemos tener en cuenta que este tipo de hidratos no son recomendables si lo que queremos es energía instantánea para la realización de una determinada actividad, ya que no la obtendremos, sino que deberán pasar unos cuantos minutos para que estos hidratos hagan su efecto. Por eso es importante que sepamos que si queremos hacer una actividad inmediatamente es mejor cargar las pilas con hidratos simples, pero si por el contrario la actividad la vamos a realizar más adelante, los hidratos complejos es lo que necesitamos.
Fuente: vitonica.com
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