martes, 11 de mayo de 2010

Una calidad excepcional pese a las mermas


La producción, según el INV, se recuperará levemente en relación a 2009. Además, la maduración de la uva fue muy pareja, la sanidad excelente y se esperan vinos de gran calidad en aroma y color.

El 2 de mayo finalizó la cosecha en Mendoza y San Juan, dando término a la vendimia en todo el país. El parte de cosecha de la última semana (acumulado al 2 de mayo de 2010) elaborado por el INV para todas las zonas vitivinícolas del país, muestra un total de 2.592 millones de kilos. La cosecha de uva para vinificar alcanzó 2.520 millones de kilos. La elaboración de vino fue de 1374 millones de litros y mosto, 328 millones.

En Mendoza se cosecharon 1.807 millones de kilos de uva, de los cuales 1.803 millones se han destinado a la elaboración de vino. El vino descube fue de 1,005 millones de litros y el mosto obtenido de 163 millones de litros. En el caso de San Juan se han cosechado 642 millones de kilos en total y 574 millones de kilos para elaborar vinos. Además, se han elaborado 288 millones de litros de vino y 153 millones de mosto.

Al comparar esta cosecha con la de 2009, se observa un aumento de uva para vinificar de un 20% el total del país. Así lo señaló esta semana el presidente del INV Guillermo García. "Esto habla de una cosecha buena, dentro de lo que habíamos pronosticado, y por encima en un 20% con respecto a la Vendimia 2009".

García analizó que "estas cifran van a ayudar a que se produzca una pequeña recomposición de stocks para el 2011, que es el objetivo buscado, de tal manera que los precios no sufran alteraciones bruscas, como sucedió el año pasado. Con estos volúmenes pensamos que los precios se van a mantener estables y eso permitirá planificar las exportaciones y recomponer el consumo en el mercado interno".

En cuanto al grado alcohólico, el promedio entre blancas, tintas y rosadas, dio 12,86 grados, tanto en San Juan como en Mendoza.

La cuestión de la calidad

Tres ingenieros agrónomos consultados por FINCAS, explicaron cuáles fueron las características de la presente cosecha en términos de calidad y también de cantidad, en algunas zonas observadas.

Todos coinciden en que la calidad del año es excepcional, a expensas de la merma, que en algunas variedades, como Malbec y Chardonnay fueron notables. En Valle de Uco, según pudo observar el ingeniero Enzo Mugnani, asesor de varios viñedos, las mermas del varietal emblema argentino oscilan entre 8% y 45% "en viñedos maduros, que han tenido el mismo manejo de un año a otro. En viñedos más nuevos, por la fertilización y por el ciclo de crecimiento, no se registraron mermas", aclaró.

En cambio, no se registraron mermas significativas en variedades como Cabernet Sauvignon, Merlot o Sauvignon Blanc.

Mugnani observó este año "algún resurgimiento de plagas, que adjudicamos al calentamiento global", así como una elevada "evapotranspiración" en las plantas, debida al mismo fenómeno: los "veranitos" intermitentes durante los meses de frío.

No obstante, subrayó que este año cabe esperar "vinos muy buenos, porque a menor cantidad hay mejor concentración; la uva en general alcanzó el nivel azucarino, hubo una maduración más pareja, de azúcares, taninos y polifenoles, y por tanto se lograrán vinos equilibrados, aromáticos y de muy buen color".

Martín Reboredo, gerente de viñedos de Chandon, añadió, por su parte, que "estamos muy conformes en términos de calidad, si bien el año fue un poco caliente en enero, la frescura de la primavera, la sequedad y la falta de lluvias, impactaron bien en la calidad".

Señaló que los vinos base con las blancas cosechadas en febrero, salieron muy bien, "tenemos buen color y buena concentración, acidez natural, menos alcohol".

En términos de cantidad, coincidió que en Malbec y Chardonnay se está "por debajo de las estimaciones, sobre todo por el corrimiento, por el aborto de flores quedaron menos granos en el racimo. En las otras variedades Cabernet, Syrah y Pinot negro, en cambio, no tuvimos problemas".

Los motivos

Santiago Mayorga, ingeniero que asesora a viñedos en Luján de Cuyo y Valle de Uco, explicó los "porqué" de las características particulares que tiene la cosecha 2010.

Especificó que esta vendimia se caracterizó por ser un poco tardía. "En general, el envero se produjo más tarde que años anteriores. De 7 a 10 días, y este retraso se vio reflejado en la maduración. La mayoría de las parcelas de alta gama de todas las variedades, tuvieron que esperar mucho en el viñedo para llegar a su punto óptimo de maduración con el riesgo de las heladas. Por suerte, este año no fue muy problemático y hubo heladas parciales en algunas zonas".

En cuanto a la carga de azúcar en las bayas señaló que "se produjo en una época con mucho calor, por lo tanto, la planta estuvo un poco estresada y sufrió bloqueos en la acumulación y el nivel azucarino o grado fue menor. En cierta manera esto ayuda a un balance alcohólico mejor en el vino final, pero por otro lado, esto puede indicar en las uvas que se cosechan más temprano una menor concentración o cuerpo pero un buen balance de frutas, alcohol y acidez".

Con respecto a los vinos, detalló que también se registró un retraso en la cosecha "lo que dará una mejor madurez, buena concentración y muy buena intensidad aromática a los vinos".

En los tintos cosechados temprano se espera un menor alcohol potencial y buen aporte de fruta y nivel de acidez más elevados. Por lo tanto, en estos se espera menos cuerpo pero mucha vivacidad. "Los tintos cosechados más tarde la madurez llegarán a su máxima expresión con muy buena concentración fruta madura, sucrosidad y tenor graso".

Aseguró que la sanidad fue muy buena porque hubo pocas precipitaciones hasta fines de marzo cuando se produjeron lluvias algo torrenciales pero las variedades blancas estaban todas cosechadas. "En las tintas no hubo problemas porque luego siguieron días frescos que evitaron el desarrollo de enfermedades fúngicas", dijo.

Además destacó que la merma de aproximadamente un 30% en la mayoría de las zonas, debido a granizo, heladas, zondas que produjeron corrimientos, "se traduce en muchos casos como una mejora en la concentración mayor en las uvas al disminuir el rendimiento por hectárea".

"En conclusión, fue un año poco común del que saldrán vinos muy destacables principalmente los cosechados más tarde cerca del punto ideal de madurez. Será un muy buen año para los blancos. Hay otra gama de vino de muy buena relación alcohol/acidez/fruta pero con menor cuerpo y concentración pero facilidad a la hora de tomar. Cabe aclarar que todo está muy ligado a los objetivos de calidad buscados por cada empresa", aclaró.

Fuente: Area del Vino

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