En pleno Luján de Cuyo, y a 5 minutos de la privilegiada Chacras de Coria, se encuentra la bodega que produce los exponentes de Alta Vista. Una hermosa casa del siglo pasado (1890) alberga a la bodega, la sala de degustación, el living para comidas pautadas y un jardín en el que los viñedos, los olivos y la lavanda protagonizan la escena, enmarcada por el imponente cordón del Plata. El edificio, considerado patrimonio histórico, no ha dejado de funcionar en un siglo, y ha sido restaurado con tecnología de punta.
Los vinos que elaboran se dividen para la venta doméstica y la exportación casi mitad y mitad; por eso es tan fuerte su posicionamiento. La difusión local no sólo llega desde los vinos, sino también a partir de las 7000 visitas anuales que la bodega recibe diariamente, en varios turnos de recorridos guiados.
Además del malbec como variedad insignia, producto de los viñedos propios en Mendoza, las más de 1000 hectáreas que poseen en Salta convierten al torrontés en otro punto fuerte.
Son muchos los que beben Alta Vista, pero no saben acerca de su antigua historia con el vino. La bodega pertenece a la familia d´Aulan, propietaria de otros tres emprendimientos en Francia y Hungría: Château Valrose-St. Estephe (Francia), Château Dereszla-Tokaj (Hungría) y Champagne Taittinger (Francia), del que es accionista. La bodega argentina nace en 1997 y al año siguiente lanzan su ícono, Alta Vista Alto, del que casi no quedan botellas. El Alto 1999 se puede ver desde las cajas de estiba de botellas durante la visita.
"Todos sus vinos respetan tres pilares: la búsqueda de calidad, tanto en los productos como en los servicios; el respeto por la cultura local en la naturaleza y en los hombres, y la consistencia y coherencia en sus productos y en la investigación constante", afirman los responsables.
Aunque producen vinos en numerosas variedades, y hasta aceite de oliva, el principal objetivo de la bodega es destacar el malbec y el torrontés a través de pautas concretas de elaboración que llegan de su experiencia con los grands crus europeos.
La boutique, donde finaliza la visita y se realizan las degustaciones, está construida dentro de una antigua pileta de cemento de 1912.
Para los que quieran ser pioneros en degustar la añada 2007, acaban de lanzar un blend de los mejores malbecs de 4 terroirs: el 2007 de Alta Vista Terroir Selection, que ya cuenta con 91 puntos en la revista The Wine Advocate y cuyo precio es de $ 80.
La bodega se puede visitar todos los días, de 9.30 a 18. tourism@altavistawines.com
Los vinos que elaboran se dividen para la venta doméstica y la exportación casi mitad y mitad; por eso es tan fuerte su posicionamiento. La difusión local no sólo llega desde los vinos, sino también a partir de las 7000 visitas anuales que la bodega recibe diariamente, en varios turnos de recorridos guiados.
Además del malbec como variedad insignia, producto de los viñedos propios en Mendoza, las más de 1000 hectáreas que poseen en Salta convierten al torrontés en otro punto fuerte.
Son muchos los que beben Alta Vista, pero no saben acerca de su antigua historia con el vino. La bodega pertenece a la familia d´Aulan, propietaria de otros tres emprendimientos en Francia y Hungría: Château Valrose-St. Estephe (Francia), Château Dereszla-Tokaj (Hungría) y Champagne Taittinger (Francia), del que es accionista. La bodega argentina nace en 1997 y al año siguiente lanzan su ícono, Alta Vista Alto, del que casi no quedan botellas. El Alto 1999 se puede ver desde las cajas de estiba de botellas durante la visita.
"Todos sus vinos respetan tres pilares: la búsqueda de calidad, tanto en los productos como en los servicios; el respeto por la cultura local en la naturaleza y en los hombres, y la consistencia y coherencia en sus productos y en la investigación constante", afirman los responsables.
Aunque producen vinos en numerosas variedades, y hasta aceite de oliva, el principal objetivo de la bodega es destacar el malbec y el torrontés a través de pautas concretas de elaboración que llegan de su experiencia con los grands crus europeos.
La boutique, donde finaliza la visita y se realizan las degustaciones, está construida dentro de una antigua pileta de cemento de 1912.
Para los que quieran ser pioneros en degustar la añada 2007, acaban de lanzar un blend de los mejores malbecs de 4 terroirs: el 2007 de Alta Vista Terroir Selection, que ya cuenta con 91 puntos en la revista The Wine Advocate y cuyo precio es de $ 80.
La bodega se puede visitar todos los días, de 9.30 a 18. tourism@altavistawines.com
Fuente: lanacion.com
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