Especialistas en nutrición aseguran que en esta época
del año las consultas crecen hasta un 20%. El mayor estímulo a mostrar el
cuerpo por las altas temperaturas, entre las principales causas
La primavera trae consigo días más largos, más horas de
sol y paulatinamente, temperaturas más altas. Pero entre quienes tienen
tendencia a padecer trastornos alimentarios, esta época del año aumenta hasta
un 20% las consultas por casos de bulimia y anorexia.
Es que con la llegada de los primeros calores la
preocupación por la figura hace que muchas personas se vuelquen en forma
intensiva al gimnasio o a las dietas, a veces promocionadas como "milagrosas",
según especialistas de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba).
"Este fenómeno estacional, más intenso en el sexo
femenino y en las adolescentes, hace que las familias se acerquen a las
instituciones médicas para realizar consultas sobre patologías alimentarias", explicó
la doctora Mabel Bello, directora de Aluba, para quien la consulta quizá no llega
desde un comienzo, cuando escuchan a sus hijos hablar de dietas y de cuidarse
con la comida, "pero luego empiezan a notar ciertos aspectos patológicos, y se
preocupan".
La especialista señaló que "este es el momento de
preguntarse si obsesionarse con estar flacos tiene sentido, cuando las
consecuencias pueden ser tan serias".
La anorexia es una patología por la cual las personas se
sienten excedidas de peso aunque sean muy delgadas. Con esta obsesión van
dejando de comer casi todo tipo de alimentos, y en los casos más severos pueden
llegar hasta a dejarse morir de hambre.
Acerca de lo atentos que deben estar los padres al
momento de detectar este tipo de trastornos, Bello resaltó que en muchos casos
son los propios mayores quienes inciden en la aparición de las patologías
alimentarias entre los adolescentes.
Según un relevamiento de más de 100 mil casos realizado
por la asociación, en el 40% de los casos de bulimia y anorexia adolescente los
padres tuvieron influencia.
Alguna de las características individuales que pueden
predisponer a sufrir un trastorno de alimentación son:
- Tener hábitos alimentarios inadecuados, intentos de
dietas rígidas, irreales e imposibles de cumplir y antecedentes familiares de
obesidad.
- Preocupación excesiva por la imagen corporal: el deseo
exagerado por conseguir un cuerpo perfecto y así compensar otros aspectos de la
personalidad con los que la persona se encuentra insatisfecha.
- Desvalorización interna por falta de autoestima.
- No ser capaces de enfrentar problemas, planificar
soluciones y llevarlas a cabo.
- Creencias irracionales sobre la apariencia física y la
aceptación social.
- Vivir muy pendientes de los demás. Buscar
satisfacerles.
- Miedo a madurar, a crecer y a manejar la independencia
que esto implica.
También existen ciertas características familiares en
las personas que presentan estos trastornos:
- Familias que conceden una importancia extrema al
cuidado de la imagen externa.
- Madres y padres que tienen expectativas demasiado
altas para sus hijos.
- Miembros familiares con problemas de alcoholismo o
depresión.
- Malos tratos, abuso sexual o abandono.
- Antecedentes de anorexia o bulimia en hermanas o
hermanos.
Fuente. infobae.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario