Seguir una dieta baja en calorías no sólo ayudará a reducir algunos
kilos, también mejorará los síntomas de la psoriasis en aquellos
pacientes que tienen sobrepeso. Así lo revela un estudio que se acaba de
publicar en las páginas de la revista 'JAMA'.
Varias investigaciones han apuntado ya que esta enfermedad crónica de la piel está asociada con la obesidad
y, por otro lado, que el incremento de adiposidad (acumulación de
tejido graso en determinadas zonas del cuerpo) y de peso son factores de
riesgo en la incidencia de la psoriasis, que se calcula que afecta a un 2% de la población.
Ambas condiciones, explican los autores de la investigación en su
artículo, "comparten un proceso de inflamación sistémica y,
teóricamente, la obesidad induce mecanismos proinflamatorios que podrían
agravar las lesiones de psoriasis en pacientes con sobrepeso que ya
tengan esta alteración dermatológica". Sin embargo, no está muy claro y
tampoco hay evidencia científica sobre el rol de la pérdida de peso como parte del tratamiento de la psoriasis
en afectados obesos. Sólo hay datos de algunos casos de pacientes con
sobrepeso y psoriasis que, tras someterse a cirugía para reducir kilos,
además de notarlo en la balanza, también lo notaron en la piel.
Sí se ha demostrado el efecto adelgazante en la disminución de
patologías cardiovasculares asociadas a la psoriasis, también en
factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión,
pero, como subraya Peter Jensen, líder del actual estudio, realizado en
el Hospital Universitario Gentofte (Dinamarca), "todavía no hay muchos
resultados sobre la mejoría de los síntomas de la propia enfermedad".
Las personas con esta condición dermatológica tienen manchas rojas y descamaciones que les producen inflamación, picor y enrojecimiento.
Con el objetivo de evaluar hasta qué punto la reducción de peso puede
influir en la psoriasis, Jensen y su equipo han realizado un estudio
prospectivo, el primero, con 60 pacientes con psoriasis y sobrepeso. Les
dividieron en dos grupos para que algunos se sometieran a una dieta baja en calorías (entre 800 y 1.000 kcal al día) y el resto siguiera una alimentación normal (grupo control).
Después de 16 semanas, los participantes 'intervenidos' perdieron de media 15,8 kg.
en comparación con los 0,4 kg. que bajaron los miembros del grupo
control. "Una diferencia estadísticamente significativa", remarca
Jensen, quien también destaca la mejoría de los síntomas de la
psoriasis. Para valorarlos, los investigadores se sirvieron de dos
escalas muy utilizadas en las consultas de dermatología para 'medir' los síntomas de los pacientes (el índice PASI pondera el enrojecimiento, la sobreelevación y la descamación de las placas) y su estado emocional y calidad de vida
(a través del índice DLQI). Ambas escalas demostraron una clara mejoría
entre los participantes del grupo intervenido. Pero además, resaltan
los autores en el artículo, la reducción de peso también aminora
notablemente los niveles de glucosa en sangre.
Aunque el estudio tiene algunas limitaciones (poca muestra de
pacientes o un seguimiento corto del experimento) y, por lo tanto,
conviene estudiar más esta relación, asumen los investigadores, "nuestros resultados aportan un nuevo incentivo para que los pacientes con psoriasis y sobrepeso se animen a adelgazar". Disminuirá, a su vez, el riesgo de mortalidad y morbilidad cardiovascular.
El estudio, en definitiva, sugiere "la importancia de perder peso como
parte de del tratamiento para la psoriasis de los pacientes con unos
kilos de más".
En un editorial que acompaña al estudio del 'JAMA', Michael Shelling
asegura que es importante entender las implicaciones terapéuticas de la
pérdida de peso para manejar adecuadamente los medicamentos sistémicos
potencialmente peligrosos, tales como la ciclosporina, que pueden
aumentar el nivel de toxicidad".
Fuente: elmundo.es
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