La sala de espera está repleta. Martín Maiztegui, uno de los pacientes que recién se ubica en la única silla libre, cuenta que visita regularmente al gastroenterólogo desde hace 3 años. Habla como un experto, con nombres científicos de su problema de sofagitis y gastroduodenitis. También sabe, y muy bien, de los malestares físicos de sus males: "Es un ácido que sube por el esófago y no te deja dormir".
Su médico le explicó que su problema se originó por estrés, vinculado a tensiones laborales. Enseguida habla del tratamiento que más resultado le dio: "Me jubilé y se me acabó el estrés". Sonríe y se despide: su mujer le avisa que el médico llama.
Se estima que uno de cada cuatro argentinos padece de problemas digestivos y que la mayoría de los malestares estomacales tiene que ver con el factor nervioso.
La consulta más frecuente es por colon irritable, que consiste en una alteración de la evacuación, que puede ser constipación o diarrea, o ir de un extremo a otro pasando por la normalidad. Otra de las causas de visita al gastroenterólogo es la dispepsia, una sensación de pesadez porque la comida tarda mucho en evacuarse, y hasta puede generar vómitos. La acidez, un reflujo ácido que sube desde la boca del estómago a la garganta, está muy relacionada con la dispepsia y en el 50% de los casos aparecen juntas.
La gastritis, lo que el paciente llama ardor, quemazón o dolor de estómago, también está entre los problemas más habituales.
El gastroenterólogo Eduardo Segal, jefe del área en el Hospital Durand, explica a lanacion.com que existe una estrecha relación entre los malestares desencadenados en el aparato digestivo y los factores nerviosos. Y se explaya: "Todo puede empeorar o mejorar en función del estrés. Los pacientes andan tan bien o tan mal como la cabeza. Cuando un paciente me consulta cuándo se va a curar yo repregunto cuándo va a mejorar la cuestión anímica, emocional, psíquica".
Además del estrés, el principal causante de estos trastornos, la ingesta de medicamentos agresivos para el estómago y la infección por la bacteria Helicobacter pylori, que puede provocar una gastritis crónica.
Fuente: lanacion.com
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