Cepa originaria de Borgoña, Francia, que se caracteriza por su estructura taninosa baja, de cuerpo medio despertando sensaciones refinadas y sutiles en boca. La característica de los productos nacionales en comparación a los franceses, es que los chilenos son más livianos.
OJOS: De luminosidad especial, nos recuerda la gama de los rojo teja más opacos que brillantes en nuestro país, a diferencia de los vinos franceses que se caracterizan por tener un brillo bastante más luminoso.
NARIZ: Especiales y fuertes notas a frutas y flores cuando joven, que evolucionan a un delicado aroma con el envejecimiento.
BOCA: Fresco y entretenido, mantiene las notas aromáticas de la nariz.
RECOMENDACIÓN DE SERVICIO:
Adecuados para acompañar variedades de queso fresco, carnes blancas y, especialmente por sus notas terrosas, champiñones e incluso salmón.
Su temperatura ideal de servicio varía entre los 14 y 15°C.
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