También ricas en vitaminas A, B1, C, E y pro vitamina K, además de proporcionar oxígeno a nuestro organismo, debido a su alto contenido de clorofila.
Gracias a la naturaleza, el mar nos brinda una excelente alternativa y podemos encontrar maravillosos nutrientes y minerales. En primer lugar, las algas son las verduras con más alto contenido en sales minerales y oligoelementos. Su contenido en hierro es más alto que el de las lentejas, aportan más calcio que la leche de vaca y además nos otorgan yodo, cobalto, magnesio, potasio y fósforo, entre muchos otros nutrientes.
Por otra parte, las algas se caracterizan por ser una excelente fuente de proteínas vegetales, aportando todos los aminoácidos que nuestro organismo requiere.
En cuanto a vitaminas, las algas marinas son una importante fuente de vitamina E y de betacarotenos, al mismo tiempo que contienen ácidos linolécios y alfalinoléicos, transformándose en importantes agentes antiradicales y protectores de nuestra piel. Y por si fuera poco, no contienen grasas saturadas, por lo que son un alimento libre de colesterol.
Además, poseen propiedades antimicrobianas contra los hongos y los virus. También tienen un efecto descontaminante de la radioactividad.
Las algas son muy usadas para tratar problemas de obesidad y para moderar el apetito, debido a que el yodo regula la tiroides y activa el hipotiroidismo, activando el metabolismo y quemando calorías. Por último se aconseja en personas con problemas de reuma, ateroesclerosis y con problemas circulatorios en general.
Su única contraindicación es en personas con problemas a la tiroides, debido a la alta concentración de yodo.
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