Para conservar:
Cuando no es posible disponer de hierbas frescas, se puede recurrir a alguna forma de conservación:
Cuando no es posible disponer de hierbas frescas, se puede recurrir a alguna forma de conservación:
• Congeladas: una vez limpias, se las pica y se las congela formando cubitos con agua o caldo.
• En aceite o vinagre: dentro de recipientes opacos y en la oscuridad.
• En sal: en un recipiente, alternando con capas de sal (una parte de sal por cuatro de hierbas).
• Secas: se atan en pequeños ramos sin lavar y se los cuelga cabeza abajo, cerca de una fuente de calor seco (una estufa, por ejemplo). Una cucharita de té de hierbas secas equivale a 3 de hierbas frescas. Conviene añadir estas hierbas conservadas en los diez últimos minutos de cocción, para que el calor haga que desprendan su aroma.
En fresco:
• En el caso de las hierbas, hay que picarlas justo antes de usarlas y añadirlas al finalizar la cocción, para que el calor no les haga perder la fragancia. Para picarlas en juliana fina con facilidad, el truco es ponerlas dentro de un vaso y cortarlas con tijera.
• En general, las hierbas de buena calidad vienen envasadas en bolsas o bandejas. Conviene mantenerlas así, en la heladera. Las hierbas más frescas, como la albahaca, pueden durar hasta 5 días. Las más leñosas, por ejemplo el tomillo, se mantienen bien durante 10 días.
• Un buen truco para conservar el perejil es colocar el ramillete en un vaso con agua dentro de la heladera (como si fuera un florero).
• La mejor manera de guardar las flores comestibles es en una bandeja, en la heladera, envueltas en film perforado, para que respiren. Bien tratadas, duran hasta una semana.
• La mejor manera de guardar las flores comestibles es en una bandeja, en la heladera, envueltas en film perforado, para que respiren. Bien tratadas, duran hasta una semana.
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