Declarada en 2010 por la unesco como Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad, la dieta Mediterránea, que tiene origen en
España, Grecia e Italia, ha sido protagonista de innumerables estudios y
todos llegaron a la misma conclusión: los pueblos que basan en ella sus
hábitos alimenticios tienen menos problemas de salud. "Esta dieta es
rica en alimentos de origen vegetal, frutas, verduras, legumbres, pastas
sin rellenar, pescado azul, poca carne roja y algunos lácteos: todo
cocinado en casa y aderezado con aceite de oliva", explica la
nutricionista Viviana Wons. Con esta base, el cuerpo tiene todos los
nutrientes que necesita. "Las verduras y las frutas aportan vitaminas;
el pescado azul o de mar profundo brinda omega 3, que evita los
problemas cardiovasculares y la hipertensión; el aceite de oliva extra
virgen contiene antioxidantes y los lácteos, calcio".
Esta dieta incluye además una copa de vino diaria.
Efectivamente, el consumo moderado de vino favorece el llamado
colesterol bueno (HDL), que ayuda a depurar al "malo" que se almacena en
el organismo, contribuye a una mejor circulación sanguínea y hasta
mejora la flora intestinal. "Es cierto que quizás no se puede comer
salmón rosado dos veces por semana, pero basta con buscar otros pescados
de mar más accesibles, comprar verdura fresca o congelada sin sodio
(¡fuera enlatados!) y moderar el consumo de fiambres. Además, hay que
evitar las frituras y los deliverys, y si se fríe, hacerlo con aceite de
oliva extra virgen; es más caro, pero rinde más y es más saludable.
También comer arroz, fideos, legumbres y lácteos descremados", dice
Wons.
En cuanto a frutas y verduras, el Dr. Adrián Jaime
recomienda mirar los colores: "Chauchas, espinacas, tomates, morrones,
manzanas… cuanto más intensos son los colores, más sustancias vitales
tendrán. Hay que tratar de comerlas crudas y en lo posible con cáscara,
ya que allí se encuentran la mayor cantidad de vitaminas".
Pero atención, que otras claves de la dieta
Mediterránea son el ejercicio físico diario y compartir las comidas.
"Caminar 45 minutos todos los días a paso activo desciende a la mitad la
probabilidad de enfermarse", dice Jaime. Y comer acompañado distiende
tensiones y por ende, se digiere mejor.
La Fundación Dieta MediterrAnea recomienda consumir:
- 1.Aceite de oliva: es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados, que protegen al corazón
- 2.Abundantes alimentos de origen vegetal: por su alto contenido de antioxidantes y fibra previenen enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer
- 3. Cereales: indispensables por ser ricos en carbohidratos, aportan energía para las actividades diarias. Los integrales tienen más fibras, minerales y vitaminas
- 4. Alimentos y frutas frescas: brindan más nutrientes y son más sabrosos. Las frutas son una buena opción a media mañana y como merienda
- 5. Lácteos: ingeridos a diario son una excelente fuente de proteínas minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas
- 6. Pescado y huevo: se recomienda consumir pescado azul una o dos veces por semana, ya que sus grasas previenen enfermedades cardiovasculares. Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales
- 7. Vino durante las comidas: sólo una copa por día y acompañado con agua
- 8. Poca carne roja: su consumo en exceso no es bueno para la salud
También es fundamental realizar actividad física a diario..
Fuente: revistasusana.com
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